Cuarentena destruye parejas: ¿divorcio por Whatsapp?
En Argentina, con la implementación de la cuarentena más extensa del mundo y el teletrabajo en razón del Covid-19, las parejas convivientes se vieron forzadas a compartir prácticamente las 24 horas del día en un mismo espacio físico. La ruptura, ¿se produce por el desgaste o porque se termina el amor?
Después de más 170 días de aislamiento preventivo social y obligatorio, la imposición de nuevas medidas de convivencia en razón de la salud pública, la regulación de una nueva forma de trabajo desde casa, los hijos de cada pareja asistiendo a clases virtuales, los quehaceres domésticos y la convivencia de todos los integrantes de un grupo familiar en espacios, quizás, reducidos, nos lleva a pensar que el desgaste es un resultado propio de una rutina que se lleva adelante entre cuatro paredes.
Pasar 24 horas, los 7 días de la semana, sin la posibilidad de la intimidad con la que contábamos en la normalidad “anterior”, llevó a muchas personas a pensar cómo continuarán sus vidas. Si bien, las crisis de pareja que devienen en separaciones de hecho, son cuestiones habituales por las que incluso los abogados y abogadas recibimos consultas. Vale destacar que, desde el comienzo del ASPO, las preguntas son más frecuentes, modificándose por completo el objeto de dicha separación. El hecho de no poder tener un espacio para uno, de soledad, el disfrute y goce con amistades, lleva al desgaste pleno de la relación. Los nuevos roles en el hogar, la tarea de los niños y niñas, el cuidado de los adultos mayores, los problemas económicos y un sinfín de cuestiones que nos lleva a pensar: ¿se ha terminado el amor o estoy agobiado/a?
Según un estudio de la Facultad de Psicología de la Universidad de Buenos Aires publicado a mediados de Junio del corriente, las parejas también se vieron perjudicadas por la cuarentena, existiendo más peleas y menos intimidad. Y este estudio reveló además que, las mujeres, a los 80 días de aislamiento, se sintieron más afectadas que los hombres.
Las parejas que no han logrado sobrellevar este tipo de cuestiones adelante a lo largo de estos seis meses, por el motivo que sea, recurren al profesional por asesoramiento para tomar la mejor decisión posible. Lo cierto es que, toda separación, acarrea gastos (mudanza, nuevo alquiler, cuota de alimentos, etc.) como así también, la intervención del abogado/a y sus honorarios.
¿Es buena época para divorciarse? Muchas personas no lo consideran propicio por la delicada situación económica que los argentinos se encuentran atravesando. Muchas personas, físicas o jurídicas, están cerrando sus negocios, presentando concurso de acreedores e incluso, la quiebra. Repletos de deudas bancarias, atraso en alquileres, atraso de pago de salarios… El panorama no parece el más favorable para además, tener que afrontar una separación.
Como es de público conocimiento, la Corte Suprema de Justicia de la Nación implementó una Feria Judicial Excepcional que duró aproximadamente seis meses; aunque a partir de Agosto (podemos decir) que los plazos procesales retomaron, no así la actividad presencial de los Juzgados, como así también, la actividad plena de los abogados. En el ámbito de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, por protocolo, sólo tenemos habilitado el trabajo una vez por semana conforme terminación del DNI, y tampoco podemos utilizar el transporte público por no tener una actividad declarada por el Poder Ejecutivo como “esencial”. No obstante los obstáculos para el ejercicio de la profesión, el nuevo desempeño profesional es virtual, pudiendo ingresar causas en los diferentes fueron por mail. Dar inicio a una demanda, en este caso de divorcio, adjuntando la prueba documental en fotografías, con valor de declaración jurada. El futuro ya llegó. Y trabajamos inclusive con entrevistas por zoom.
Lo cierto es que es nuestro deber dar difusión a la población de las nuevas modalidades para que se pueda trabajar normalmente, en este nuevo contexto. Pero lo cierto es también que, dependerán muchas cuestiones de los Juzgados y la agilidad con la que se desenvuelva su personal (de forma remota o no). Cuando el divorcio es de común acuerdo, se efectúa una sola presentación, con la firma de las partes intervinientes y sus letrados. Sin más, se homologará el convenio entre las partes y el Juez/a dictará sentencia. Pero, el problema ocurre cuando una sola de las partes quiere divorciarse y, no conoce ni quisiera el paradero de su ex pareja. Entonces, el sistema judicial impone la presentación de la demanda, una propuesta de división de bienes (si es que los hay en la sociedad conyugal), esperar aceptación o rechazo y que la otra parte pueda contestar la demanda. Ahora bien, con anterioridad al Covid-19, las notificaciones a la otra parte, se efectuaban por Cédula en papel que debíamos confeccionar los abogados y que gestionaba su diligenciamiento el propio Juzgado a través de un oficial notificador; al menos en el ámbito de la Justicia Nacional. En estos casos y no todos los Juzgados, han habilitado la notificación por whatsapp, siempre que se tenga cierta certeza de que el número de celular corresponda a la persona a quien se intenta notificar.
Aún con impedimentos tecnológicos, vale destacar que los procesos de divorcio continúan iniciándose y que, tanto la Justicia como los letrados, nos encontramos trabajando. La parte difícil será entonces lograr notificar a quien hace tiempo se le perdió el rastro. Igualmente, y para tranquilidad del lector, con la modificación del Código Civil y Comercial de la Nación en el año 2015, no se requiere el consentimiento del otro y una causal. Basta con que una de las partes tenga la intención de divorciarse y hacer la petición judicial, se producirá la sentencia del mismo. El resto de las cuestiones económicas y respecto de los hijos fruto de la unión, serán materia de discusión en los Tribunales. Aunque se espera un boom de separaciones pasado el ASPO, vale destacar que la rutina nos agobia a todos pero que, cuando hay amor y vínculos sanos, siempre éste es más fuerte.
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