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Cuando un juez quiere, la justicia llega

Había sido un cruce entre dos personas de lengua larga y filosa, uno se enojó y le inicio un juicio a la otra, cuando todos esperaban un ganador, la Justicia encontró una forma de resolver la cuestión. Todos felices y contentos.


El episodio que motivó el juicio se produjo cuando Malena Pichot dijo en su programa de radio: “Ojalá mi salud me acompañe para poner otra botellita en el freezer para cuando fallezca Baby Etchecopar”, y remató con un llamado a la agresión: “Que lo asalten en la calle y lo caguen a trompadas”. No se privó de nada la pequeña militante feminista. 
El intenso Baby le inicio un juicio por daños y perjuicios, y explicó en esa ocasión: “Yo creo que hay un límite para todo. Los que somos transgresores o medio difíciles en la profesión conocemos el limite estricto. Pero esta chica, creo que no está en sus cabales”. Como dirían en cualquier barrio se cruzaron dos lenguas filosas. 

El hombreque no es un militante de la tolerancia y el amor fraternal, en aquel momento reflexionó: “Creo que no es bueno que esta persona esté al frente de un micrófono y que esté mandando un mensaje de tanto odio. Desearle la muerte a alguien, mandarle a que otro que un ladrón le pegue, decir que yo hubiese matado más gente si no hubiese sido famoso…”. Y el conductor continuó: “¡La cantidad de barbaridades que dijo! Nunca las escuché en ningún lado… Yo creo que es psiquiátrico el problema, pero yo lo voy a llevar a la Justicia y la Justicia lo determinará”.  Y así fue. La Justicia propugnó un acercamiento y las partes reflexionaron y encontraron un punto para terminar con un juicio. 

"Abierto el acto, la demandada pide disculpas al actor por los términos vertidos en el programa Furia Bebé, emitido en el mes de marzo de 2018″, dice la resolución judicial homologada por la jueza Imatz. De esta manera, se pone fin al menos en la Justicia, a un enfrentamiento de años. 

A veces la intensidad del debate político y de posiciones extremas deriva en estas cosas. La sociedad argentina está altamente politizada, pero como toda posición extrema carece de cultura y no sabe cuándo parar un enfrentamiento en el que NADIE tiene razón. 

Los comunicadores en general caen en estos idiotas enfrentamientos por una simple razón, las convicciones en general están acompañadas y solventadas por los sectores políticos que se pelean en público, y en privado se reparten los negocios. 

Estos enfrentamientos son necesarios para justificar a una clase política que en casi 40 años de democracia lo único que consiguió fue sumergir a la mitad de los habitantes del país en una vergonzosa y triste pobreza. 

Con lo cual los contendientes del juicio que les conté hicieron lo que debían: CONCILIAR. Tal vez esto algún día llegué a ambos lados de la redituable grieta.

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