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Cuando la política se adueñó del fútbol

La historia de los mundiales presenta momentos particulares y que quedaron en la memoria, como cuando Mussolini, Hitler o Videla fueron los grandes protagonistas.

La política y el fútbol siempre tuvieron una conexión. En diversas ediciones de los mundiales, los dictadores fueron las principales figuras del torneo. En Argentina 1978, el Gobierno Militar puso toda su influencia para que la Selección Argentina gane la Copa del Mundo. También sigue en la sospecha el recordado 6-0 a Perú, que clasificó a la selección de Menotti a la final.

En otros mundiales, ya había pasado. En Italia 1934, Benito Mussolini aprovechó para que todo el mundo viera lo "bueno" del fascismo. El Duce fue el protagonista excluyente de una selección que recibió ayudas arbitrales para coronarse con su primera Copa del Mundo.

Cuatro años más tarde, en Francia 1938, Italia volvió a ganar. Sin embargo, el mundial fue recordado por el telegrama de Mussolini a sus jugadores en la final: "Vencer o morir".

En esa misma edición, Adolf Hitler quería imitar a su amigo italiano. El dictador alemán obligó a los jugadores austríacos, los mejores de ese tiempo, a jugar para Alemania, tras la anexión del país germano a su vecino. Mathias Sindelar, el mejor jugador de Austria, desistió de jugar por simpatizar con el judaísmo. No jugó fingiendo una lesión y murió seis meses después por un misterioso escape de gas en su casa.

Durante el Mundial de España 1982, el hermano del Emir de Kuwait bajó de la tribuna para hablar con el árbitro y pedirle al hombre de negro que anulara el cuarto gol de Francia. ¿El motivo? Había sonado un silbato en la tribuna y eso distrajo a los jugadores. El gol fue anulado.

Por último, y más reciente en el tiempo, Corea del Norte volvía a un mundial después de sorprender en 1966 al mundo. Sudáfrica 2010 no esperaba mucho del país comunista, que maniató a Brasil con un aguerrido juego defensivo y solo perdió 2-1. El partido no fue televisado por temor a una goleada. Sin embargo, dado el "buen resultado", televisaron el partido con Portugal en donde cayeron 7-0. A la vuelta los esperó una audiencia pública en donde fueron insultados por ser la peor nación del mundial.