"Cuando ganamos pensé en mi hijo que está en el cielo"
El presidente de River Plate, Daniel Alberto Passarella habló de la temporada en la segunda categoria del futbol argentino, y sostuvo: "River es un club muy político".
El presidente de River Plate, Daniel Alberto Passarella, se refirió al regreso de la entidad a la máxima categoría del fútbol argentino y castigó a la política desarrollado por la oposición a su gestión en el club y afirmó que "no todos estaban contentos de que volviéramos a Primera".
"River es un club muy político y no todos estaban contentos de que volviéramos a Primera. La gente se merecía todo ésto, nos acompañó a todos lados, tuvimos que parar de hacer socios, se hicieron mas de 10 mil cuando nos fuimos a la B", señaló el presidente de la entidad de Núñez.
Passarella añadió que "nos toco vivir una etapa muy dura, no es fácil estar en la condición que estuvimos. Dios nos dio una mano y está oportunidad de coronarnos campeón".
"Cuando ganamos pensé en alguien que me ayudó mucho este trayecto, que es mi hijo que está en el cielo (por Sebastián, muerto en 1995 en un accidente automovístico). Lo que me pasó con él no se compara con nada", apuntó el titular de River.
Passarella recordó además que "toda mi vida jugué para River, dirigí sólo a River, ahora soy el presidente y ésto es una alegría muy grande. El dolor de la muerte de mi hijo me dio todo la fuerza para pasar este año de sufrimiento con River".
Por otra parte, el directivo se refirió a la conformación del plantel que logró el ascenso a primera división y explicó que "no sólo los técnicos compran los jugadores, los dirigentes también
acompañar, congenian y hablan sobre algunos jugadores que pueden venir. Es una inversión que hace el club y podés cometer errores, no es fácil adivinar todo".
"Teníamos que traer jugadores para mejorar la situación. Vino el (Alejandro) "Chori" Domínguez, (Fernando) Cavenaghi, (Leonardo) Ponzio, (David) Trezeguet, el `Maestrico` (el venezolano César González), sabíamos del nivel que le podían dar al equipo y ahora estamos mejor. Podemos ir por otras cosas", apuntó.
También habló de la relación que mantiene con Matías Almeyda, actual entrenador de la entidad, y aseguró que "es muy combativo. Siempre me gustaron las explicaciones que me daba cuando charlábamos. Descendió con River y me alegro que haya podido volver a Primera. Estamos en paz. Trabajamos mucho, tuvimos muchas dificultades, pero seguimos para adelante".
Más adelante, volvió a referirse a la relación que mantiene con los dirigentes opositores y puntualizó que "siempre estamos abiertos para escuchar y recibir ayuda de la gente. Pero no
recibimos ayuda de nadie. Estábamos en una situación deplorable y se empeoró cuando nos fuimos a la B".
"Las cosas se hacen por amor a la camiseta. Me hice el único responsable del descenso aunque no es así. Asumí toda la presión sólo. La oposición siempre me trató con dureza", prosiguió.
Finalmente, Passarella reflexionó y se preguntó respecto del futuro de la entidad: "Ahora el club esta bien económicamente y estamos en el lugar que merecemos. ¿Y ahora que hago? ¿Los invito a la fiesta?... No sé, capaz que tengo la grandeza para hacerlo".
"River es un club muy político y no todos estaban contentos de que volviéramos a Primera. La gente se merecía todo ésto, nos acompañó a todos lados, tuvimos que parar de hacer socios, se hicieron mas de 10 mil cuando nos fuimos a la B", señaló el presidente de la entidad de Núñez.
Passarella añadió que "nos toco vivir una etapa muy dura, no es fácil estar en la condición que estuvimos. Dios nos dio una mano y está oportunidad de coronarnos campeón".
"Cuando ganamos pensé en alguien que me ayudó mucho este trayecto, que es mi hijo que está en el cielo (por Sebastián, muerto en 1995 en un accidente automovístico). Lo que me pasó con él no se compara con nada", apuntó el titular de River.
Passarella recordó además que "toda mi vida jugué para River, dirigí sólo a River, ahora soy el presidente y ésto es una alegría muy grande. El dolor de la muerte de mi hijo me dio todo la fuerza para pasar este año de sufrimiento con River".
Por otra parte, el directivo se refirió a la conformación del plantel que logró el ascenso a primera división y explicó que "no sólo los técnicos compran los jugadores, los dirigentes también
acompañar, congenian y hablan sobre algunos jugadores que pueden venir. Es una inversión que hace el club y podés cometer errores, no es fácil adivinar todo".
"Teníamos que traer jugadores para mejorar la situación. Vino el (Alejandro) "Chori" Domínguez, (Fernando) Cavenaghi, (Leonardo) Ponzio, (David) Trezeguet, el `Maestrico` (el venezolano César González), sabíamos del nivel que le podían dar al equipo y ahora estamos mejor. Podemos ir por otras cosas", apuntó.
También habló de la relación que mantiene con Matías Almeyda, actual entrenador de la entidad, y aseguró que "es muy combativo. Siempre me gustaron las explicaciones que me daba cuando charlábamos. Descendió con River y me alegro que haya podido volver a Primera. Estamos en paz. Trabajamos mucho, tuvimos muchas dificultades, pero seguimos para adelante".
Más adelante, volvió a referirse a la relación que mantiene con los dirigentes opositores y puntualizó que "siempre estamos abiertos para escuchar y recibir ayuda de la gente. Pero no
recibimos ayuda de nadie. Estábamos en una situación deplorable y se empeoró cuando nos fuimos a la B".
"Las cosas se hacen por amor a la camiseta. Me hice el único responsable del descenso aunque no es así. Asumí toda la presión sólo. La oposición siempre me trató con dureza", prosiguió.
Finalmente, Passarella reflexionó y se preguntó respecto del futuro de la entidad: "Ahora el club esta bien económicamente y estamos en el lugar que merecemos. ¿Y ahora que hago? ¿Los invito a la fiesta?... No sé, capaz que tengo la grandeza para hacerlo".