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Cuando exponer a los hijos en las redes se convierte en una violación a su privacidad

La publicación masiva de información de los menores en internet por parte de sus familiares, pone en peligro diferentes aspectos de la vida del menor.

Hace unos días se llevaron a cabo los Martín Fierro Digitales y algunos resultados no dejaron muy contentos al público. Uno de ellos fue Mirko, el hijo de Marley que con sólo 1 año se convirtió en ganador de dos estatuillas: la del Rey de Redes y el Galardón de Oro. 

Ahora bien, la pregunta es la siguiente; ¿por qué un bebé que no tiene noción de la situación, gana dos Martín Fierro?, ¿cómo va a afectar esa sobreexposición en Mirko cuando crezca? 

Mientras que algunas personas consideran que exponer a sus hijos en las redes sociales y/o televisión puede resultar una tarea divertida - claramente para los padres - y que, en el caso de los hijos de los famosos no podrían quejarse, porque cuando sean grandes tendrán “la vida resuelta”, es interesante analizar los efectos negativos que genera exponer a un menor de edad a un mundo de “fama”.

Según el Licenciado en  Psicología, Alejandro Schujman, los llamados “padres copados” que viven sobre exponiendo a sus hijos en las redes sociales lo hacen más por una cuestión de narcisismo de los padres que nada tiene que ver con lo que sus hijos quieren. 

“No hay que invadir la privacidad de los chicos y las individualidades de cada uno. Un chico que es sobre expuesto muchas veces termina o siendo más introvertidos, o teniendo conductas en excesos, sexualidad temprana, consumo de drogas y alcohol. Estas conductas se deben al sobre estimulamiento que tuvieron en su infancia, entonces pueden tener una vida mucho más complicada porque buscan límites en esas cosas”, comentó el Schujman. 


Más allá del debate sobre “a dónde van a parar estas fotos” y el evidente peligro que esto supone, existe otra cuestión que muchos adultos no se plantean, ya que no comparten las fotos o videos con malas intenciones. Sin embargo, sin darse cuenta, están vulnerando el derecho a privacidad de sus hijos.

La vida privada de los niños es de los niños y no de sus padres, por este motivo es importante remarcar que la persona que expone a sus hijos lo hace pensando en ellos mismos y no en si sus hijos querrían ese mundo cuando sean grandes. De la misma manera que uno se plantea el debate de si hay que bautizar a los bebés o permitir que cada uno tenga la libertad de elegir, lo mismo pasa con la fama. En caso de existir una sobreexposición, podría hasta considerarse que los padres están incumpliendo su obligación de proteger al menor. 

 ¿Por qué un padre tendría el derecho a hacer famosos a sus hijos sin permitirles elegir?

Los hijos de los famosos puntualmente, quedan “condenados” a la fama, a ser perseguidos por los medios y por el mundo mediático solamente por ser “el hijo dé”. Vivir una vida de constante exposición y sin vida privada no es algo que todo el mundo quiera para su futuro, por ese motivo es un tema que debería replantearse a nivel social.

En muchos lugares del mundo la exposición de menores de edad en las redes sociales está penado y hasta existen casos de hijos que denunciaron a sus padres por haberlos sobreexpuesto sin su consentimiento. 

Ejemplo de ello es una joven de 18 años en Carinthia (Austria), que en 2016 demandó a sus padres por compartir más de 500 fotos suyas en Facebook sin su consentimiento. Ese mismo año, un niño de 13 años canadiense, Darren Randall, también interpuso una querella contra sus progenitores por colgar fotos que –según su opinión- “arruinan su reputación”.

En Francia,  el Estado puede sancionar a los padres que compartan fotos de sus hijos en las redes sociales con multas de hasta 45.000 euros o un año de prisión. 

En el caso de Argentina, el artículo 10 y 22 de la Ley 26.061 de Protección Integral de los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes, dice que “las niñas, niños y adolescentes tienen derecho a la vida privada e intimidad familiar” y “tienen derecho a ser respetados en su dignidad, reputación e imagen” al mismo tiempo, “se prohíbe exponer, difundir o divulgar datos, información o imágenes que permitan identificar directa o indirectamente a los sujetos a través de cualquier medio de comunicación, o publicación contra su voluntad”. 

Sin embargo, existe un vacío legal. A pesar de tener una ley que va en contra de estas conductas, las mismas no tienen penalización alguna al día de hoy, a excepción que uno de los padres/ tutores, no estén de acuerdo en publicar contenido de sus hijos. Lo único que queda por el momento, es la toma de conciencia sobre los daños que pueden causarle a sus hijos. 

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