Cuando el paraíso termina siendo el infierno
Florencia Aranguren, una argentina que había llegado a las añoradas playas de Buzios hacía dos días, tenía sus planes radicarse allí. Mientras caminaba junto a su perro, un hombre la atacó en un sendero, conocido en la zona como “trilha”, a pocos metros de la playa José Gonçalves, al sur de esa ciudad brasileña.
Paseaba con su perro, como una vecina más, así quedó registrada en los últimos minutos de vida Florencia Aranguren, asesinada el pasado miércoles por la mañana en Buzios. Una cámara de seguridad, registró el movimiento del principal sospechoso del crimen.
Las grabaciones indican que pasadas las 7.20 se ve a un hombre con gorra blanca, remera de color claro y bermudas. Pedalea con su bicicleta por la calle. Lo hace por el asfalto el mismo camino que había recorrido Florencia por la vereda. Como ella, se pierde cuando dobla hacia la derecha.
A las 8.30, un vecino encontró el cuerpo de la joven, a su lado estaba el perro. Avisó a la Guardia Municipal y luego intervino la Policía Militar. El cuerpo de Florencia tenía varias heridas de arma blanca, el personal policial capturó al sospechoso cuando trataba de lavarse y borrar los restos de sangre. Un dato curioso respalda la detención: cuando al sospechoso lo llevaron al lugar del crimen, el perro reaccionó con violencia.
Buzios dejó de ser el paraíso, dice los residentes de la zona, y aseguran que las noticias sobre violaciones y asesinatos son moneda corriente. Cambió todo y a todas las jóvenes que vienen a la zona buscando el paraíso, se les dice, que la zona estéticamente es un paraíso, pero que hay que tener cuidado. El lugar creció muchísimo y viene mucha gente de afuera. Hay datos que asustan: en los últimos dos años hubo 20 femicidios.
La joven argentina era oriunda de Pilar pero vivía en el principado de Andorra hacía unos años. Había llegado a las playas de Buzios dos días antes y estaba de vacaciones. Tenía pensado pasar la temporada de verano allí hasta conseguir su pasaporte italiano, y que lo tramitó con el propósito de quedarse a vivir en Europa. Era de profesión bartender y artista.
Una usuaria de Facebook escribió esto: “Desde hace mucho tiempo hemos pedido seguridad en los senderos de Buzios, que fueron abandonados por las autoridades. Necesitamos guardias de seguridad, vigilancia constante. No sé si se podría evitar tanta crueldad, pero la seguridad es esencial. Que la muerte de esta mujer nos dé vergüenza, sirva de lección al pueblo y gobernantes. Cuando una mujer es víctima de feminicidio, es como si nos asesinaran a todos”.
La aventura de Florencia de vivir en el paraíso, terminó siendo los más parecido al infierno…
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