Cuádruple crimen de La Plata: "Llama la atención la limpieza y prolijidad"
El juez de Garantías, Guillermo Atencio, que interviene en la causa en la que se investiga el crimen de tres mujeres y una niña de La Plata, aseveró que el homicida limpió las pruebas que lo incriminaban y mató a su última víctima "sabiendo lo que hacía y el motivo que lo guiaba".
"Que no se encontraran ni las ropas, ni el arma homicida y que las huellas no fueran determinantes, llama la atención", afirmó Atencio en una entrevista concedida al matutino platense "Hoy".
Atencio sostuvo que "lo que se ha limpiado es la prueba incriminante. Se ha obrado con mucha prolijidad. Necesariamente se tendría que haber encontrado alguna mancha o algo, pero hasta el momento no se encontró nada".
Y aclaró: "Vamos a ver lo que dicen las pericias con respecto a las uñas o los restos hemáticos o de piel que podría haber en las víctimas, fundamentalmente en Bárbara (Santos), para ver si corroboran o no que haya sido (Osvaldo) Martínez el autor".
Destacó que lo que le llama la atención "tiene que ver con la limpieza y la prolijidad con la que se actuó. Normalmente, ante un hecho de esta naturaleza, hubiese sido posible que se pudiesen haber recolectado más pruebas".
El juez precisó que si se toma la hora 23.37 "que es el horario en que la niña (Micaela Galle) pide supuestamente ayuda telefónicamente, y las 0.30 que es cuando la última de las muertes se pudo haber producido (Marisol Pereyra) ha transcurrido un tiempo necesario para que el homicida tomara las precauciones para que no se lo descubriese".
Respecto a los informes psicológicos y psiquiátricos que se le están realizando al karateca Osvaldo Martínez, estudios que concluyen hoy, Atencio afirmó que "no ha pasado nada que hasta este momento le haya quitado imputabilidad al sospechoso".
Atencio se refirió además a la muerte de la última víctima asesinada, Marisol Pereyra, la mujer de 35 años que llegó a la casa de Bárbara Santos: "Yo creo que la misma se ha producido con un asesino frío y sabiendo perfectamente lo que hacía y el motivo que lo guiaba".
"Es decir, no creo que haya actuado en la intempestividad propia de un hecho exógeno que desencadena su estado de ánimo, casi al punto de perder la conciencia", concluyó.