Cuádruple crimen de La Plata: el albañil acusó al karateca
El albañil Javier Quiroga, acusado del crimen de cuatro mujeres en La Plata, volvió a señalar a Osvaldo Martínez como el autor de la masacre.
En una entrevista ofrecida desde su lugar de detención, el albañil Javier Edgardo Quiroga -quien se había negado a declarar al ser indagado por el fiscal Alvaro Garganta-, señaló que no puede creer lo que pasó y si bien admitió su presencia en el departamento donde se produjo la masacre, dijo que "en ningún momento" pudo "tener reacción alguna".
"No podía reaccionar, no podía reaccionar", repitió en el marco de una entrevista telefónica, que difundió el canal C5N y de la que dio cuenta en diario El Día de esta ciudad.
A lo largo de la charla, Quiroga, alias "La Hiena", reforzó su declaración inicial ante los investigadores y, pese a que todas las muestras de ADN levantadas de la escena del crimen le pertenecen, dijo que los asesinatos fueron perpetrados por el "karateca", novio de Bárbara Santos, una de las víctimas.
En ese sentido y, en respuesta a quienes se preguntan cómo llegó su perfil genético a las uñas de la joven, Quiroga aclaró que cuando Marisol Pereyra -amiga de Bárbara- llegó a la casa de la calle 28 entre 40 y 41, Martínez se sacó la remera y salió a atender el timbre, pero antes me dijo: `Hijo de p...correla de los pies".
Se refería a Bárbara, a quien, supuestamente, ya había matado apuñaladas, según su relato.
Sin embargo, ayer aclaró que la chica aún estaba con vida y que, apenas la tomó de los pies, para sacarla de la puerta de entrada, porque obstruía el paso, le tiró un "zarpazo".
"Me arañó. Pero justo apareció Martínez con la mujer (por Pereyra), quien dijo `¡ay, qué pasó acá!` o algo así. En ese momento, la empujó hacia la cocina, se siente un ruido, como que algo se rompe, ella grita, cae y no se escucha nada más. Después siguió apuñalando a Bárbara", señaló.
El albañil también narró que parte de la vivienda de Susana De Barttole, otra de las mujeres asesinadas, estaba a media luz, porque no andaba el foco de la cocina y que vio parte de lo ocurrido, escondido.
"Estaba atrás de la mesa. Veía parte de la cosa. Solamente lo veía por debajo de la mesa. El iba y volvía, iba y volvía", repitió, en referencia al "karateca".
El albañil contó que "no hubo muchos gritos dentro de la casa" y que, cuando Martínez se fue, entró a mirar todo y vio el cuerpo de la nena -Micaela Galle- en una habitación.
Quiroga destacó que el día de la masacre, entre la noche del pasado 26 de noviembre y la madrugada del 27, por expreso pedido de Martínez, llegó primero al PH de La Loma.
Mencionó que, en la espera, tomó mate, fumó algunos cigarrillos y tocó varios objetos de la casa.
"Después, al ratito, apareció Martínez. Tocó el timbre y creo que atendió Bárbara. Y bueno. Llegó así y me dijo si había visto lo del trabajo. Entró para donde estoy y no me saludó. Tampoco me extrañó, porque ya nos habíamos visto. ¿Viste lo del trabajo?, me preguntó. Le dije que no y ahí fue que se quedó con la señora (por De Barttole). Yo salgo para el lado del living o del recibidor que ellos tenían ahí", mencionó.
"Y bueno, después de eso se escuchó un golpe, un ¡ay!. Era del lado de la cocina, donde estaba la mujer. Y yo estoy ahí arriba. Había corrido una silla del living y se escuchó ese ¡ay!. El sale de ahí, de ese lado como enojado, no sé. Me apuntó con un arma y me dijo quedate quieto hijo de p... Yo me trato de correr al lado de una mesa. Yo ahí no entendía nada", dijo.
Y continuó: "Se fue para el baño, para el lado de las piezas, por donde yo no había ido en ningún momento. Después, en el baño, se escuchó cosas que se rompían, una discusión. Sale esta chica (por Bárbara), se cae. Después sigue ahí un rato (por el karateca). No sé. Vuelve a salir, como que da vueltas. Agarra a Bárbara de nuevo. La mira, la amenaza".
"No podía reaccionar, no podía reaccionar", repitió en el marco de una entrevista telefónica, que difundió el canal C5N y de la que dio cuenta en diario El Día de esta ciudad.
A lo largo de la charla, Quiroga, alias "La Hiena", reforzó su declaración inicial ante los investigadores y, pese a que todas las muestras de ADN levantadas de la escena del crimen le pertenecen, dijo que los asesinatos fueron perpetrados por el "karateca", novio de Bárbara Santos, una de las víctimas.
En ese sentido y, en respuesta a quienes se preguntan cómo llegó su perfil genético a las uñas de la joven, Quiroga aclaró que cuando Marisol Pereyra -amiga de Bárbara- llegó a la casa de la calle 28 entre 40 y 41, Martínez se sacó la remera y salió a atender el timbre, pero antes me dijo: `Hijo de p...correla de los pies".
Se refería a Bárbara, a quien, supuestamente, ya había matado apuñaladas, según su relato.
Sin embargo, ayer aclaró que la chica aún estaba con vida y que, apenas la tomó de los pies, para sacarla de la puerta de entrada, porque obstruía el paso, le tiró un "zarpazo".
"Me arañó. Pero justo apareció Martínez con la mujer (por Pereyra), quien dijo `¡ay, qué pasó acá!` o algo así. En ese momento, la empujó hacia la cocina, se siente un ruido, como que algo se rompe, ella grita, cae y no se escucha nada más. Después siguió apuñalando a Bárbara", señaló.
El albañil también narró que parte de la vivienda de Susana De Barttole, otra de las mujeres asesinadas, estaba a media luz, porque no andaba el foco de la cocina y que vio parte de lo ocurrido, escondido.
"Estaba atrás de la mesa. Veía parte de la cosa. Solamente lo veía por debajo de la mesa. El iba y volvía, iba y volvía", repitió, en referencia al "karateca".
El albañil contó que "no hubo muchos gritos dentro de la casa" y que, cuando Martínez se fue, entró a mirar todo y vio el cuerpo de la nena -Micaela Galle- en una habitación.
Quiroga destacó que el día de la masacre, entre la noche del pasado 26 de noviembre y la madrugada del 27, por expreso pedido de Martínez, llegó primero al PH de La Loma.
Mencionó que, en la espera, tomó mate, fumó algunos cigarrillos y tocó varios objetos de la casa.
"Después, al ratito, apareció Martínez. Tocó el timbre y creo que atendió Bárbara. Y bueno. Llegó así y me dijo si había visto lo del trabajo. Entró para donde estoy y no me saludó. Tampoco me extrañó, porque ya nos habíamos visto. ¿Viste lo del trabajo?, me preguntó. Le dije que no y ahí fue que se quedó con la señora (por De Barttole). Yo salgo para el lado del living o del recibidor que ellos tenían ahí", mencionó.
"Y bueno, después de eso se escuchó un golpe, un ¡ay!. Era del lado de la cocina, donde estaba la mujer. Y yo estoy ahí arriba. Había corrido una silla del living y se escuchó ese ¡ay!. El sale de ahí, de ese lado como enojado, no sé. Me apuntó con un arma y me dijo quedate quieto hijo de p... Yo me trato de correr al lado de una mesa. Yo ahí no entendía nada", dijo.
Y continuó: "Se fue para el baño, para el lado de las piezas, por donde yo no había ido en ningún momento. Después, en el baño, se escuchó cosas que se rompían, una discusión. Sale esta chica (por Bárbara), se cae. Después sigue ahí un rato (por el karateca). No sé. Vuelve a salir, como que da vueltas. Agarra a Bárbara de nuevo. La mira, la amenaza".