Crujidos en el peronismo oficialista bonaerense
*Por Marisa Alvarez. Es tarea de adivinos anticipar cómo terminará parado electoralmente el peronismo bonaerense. Pero los crujidos que registra el espacio por estos días revelan un estado de turbulencia que podría desembocar en movimientos sensibles de piezas.
La virtual decisión de Sergio Massa de disputar con Daniel Scioli la candidatura a gobernador; el estallido del Peronismo Federal, que ha colocado a dirigentes en el camino de regreso a algún sector del PJ oficial; las señales crecientes de que grupos del kirchnerismo jugarán con el candidato a gobernador "opositor" Martín Sabbatella y en muchos municipios plantarán postulantes a intendente propios; la convicción de que la última palabra en esos armados municipales K e inclusive en la definición de las listas oficiales de legisladores provinciales la tendrán en la Casa Rosada; la ausencia de interlocutores válidos con los dueños de esa "última palabra" que padecen los intendentes y referentes peronistas, son algunos de los factores que, a cinco semanas de que venza el plazo para presentar los esquemas (frentes y alianzas) electorales, han colocado al peronismo oficialista en un estado de ebullición que no registraba desde la derrota del 2009.
¿MISILES QUE RESBALAN?
La decisión de gremios moyanistas de la CGT de respaldar a Massa en su resolución de competir con Scioli por la candidatura a gobernador alcanzó ayer fuerte impacto en todos los ámbitos del peronismo. Hugo Moyano es, al fin y al cabo, el presidente del PJ provincial; y las organizaciones sindicales pueden otorgarle al intendente de Tigre el "déficit" que más lo preocupa para correr esta carrera: la estructura necesaria para fiscalizar los comicios internos, que se desarrollarán en más de 30 mil mesas de votación.
"El estilo de Scioli no satisface a muchos compañeros", disparó ayer, sin contemplaciones, el titular del gremio de los taxistas, Omar Viviani, al blanquear esa decisión.
"Me resbala", dicen que dijo Scioli, puertas adentro de la Gobernación, cuando le comentaron que era "oficial" que el moyanismo jugará con Massa.
Sin embargo, en el equipo del mandatario provincial evalúan los posibles efectos de ese movimiento, que resulta hasta ahora el más fuerte pero no podría no ser el único.
VETOS, EXPLOSIONES Y PASES
La lista de los dirigentes presuntamente "vetados" por la Casa Rosada para ser candidatos y de los "castigados" que afrontarán la pena de sobrellevar colectoras K en sus distritos, crece día a día.
Y en esa situación, se sienten impotentes para hacer sus "descargos": no tienen llegada al núcleo del kirchnerismo donde se toman las decisiones y sus pedidos a Scioli para definir las listas de candidatos de modo de presentar ante la Casa Rosada al PJ provincial "como un bloque unido, que ya definió su esquema electoral", chocan hasta ahora con la idea del Gobernador de que "hay que esperar". Esos referentes temen, en consecuencia, que finalmente las decisiones se tomarán con ellos como convidados de piedra y están atentos a otras eventuales opciones.
En el sciolismo prestan atención también al desbande que se está produciendo en las filas duhaldistas, felipistas y demás variantes del PJ disidente bonaerense, así como las resistencias que algunos dirigentes alineados con Francisco De Narváez están dejando ver a una eventual alianza de este candidato a gobernador con el radicalismo. Creen que Massa podría cosechar en ese tembladeral -de hecho, los operadores del intendente vienen conversando con dirigentes de esos sectores- y ya han iniciado gestiones para tratar de que, si hay pases, sean "al proyecto del Gobernador".
Más aún, en el peronismo sobrevuela la versión de que podría darse inclusive un pase desde el riñón del sciolismo al "proyecto de Massa": el del ministro de Desarrollo Social, Cacho Alvarez. De este referente del PJ del sur del Conurbano, declarado aspirante a acompañar a Scioli en la fórmula, sólo se conoce con certeza su malestar por ser uno de los "vetados" por el ultrakirchnerismo y por la respuesta de Scioli de que "hay que esperar" cuando le pide una definición sobre su destino. Sus contactos con el massismo son conjeturas. Pero la especulación de un posible acuerdo de Alvarez con Massa llegó a la Gobernación y generó preocupación.
CONTRAATAQUE Y REUNION
Es en este agitado contexto que en el sciolismo se evalúan los posibles efectos del respaldo de la CGT a una precandidatura a gobernador de Massa.
Por lo pronto, en la Gobernación ya conocían los contactos del moyanismo con Massa cuando a comienzos de esta semana anticiparon el contraataque, la candidatura de un Scioli -Nicolás, el hermano menor del mandatario provincial- para la intendencia de Tigre.
Y ayer, ya con las declaraciones de Viviani en el aire, Scioli se reunió con Moyano. El motivo original del encuentro era otro, pero obviamente hablaron del "tema Massa". En la Gobernación aseguran que el camionero juró que la Viviani era una "decisión personal" y que en las próximas horas él ratificará su respaldo a Scioli.
Fuentes sindicales dicen que, en rigor, "dado que hay dos candidatos a gobernador y él es el presidente del partido donde se definirá esa pulseada, Moyano se declarará prescindente".