Cristina por la reelección y una oposición sin liderazgos
*Por Pablo S. Otero. Antes de partir hacia su gira por Oriente Medios, la Presidente habría dado el ok para su reelección. El "Operativo Clamor" dio comienzo ante la indefinición de los dirigentes opositores.
La semana política tuvo como eje dos temas excluyentes. Por una lado un nuevo inicio del "Operativo clamor" para la reelección de la Presidente, aprovechando su estadía en Oriente Medio. Su casi segura decisión de ir por un segundo mandato, en base a algunas encuestas que la dan como la candidata favorita, ya la habría comunicado a sus más cercanos colaboradores antes de iniciar la gira internacional. Y por el otro lado, la situación complicada de la oposición, y en especial, del Peronismo Federal a raíz de los reiterados roces entre algunos de sus integrantes.
El saldo de la gira por Oriente Medio puede encontrarse en el avance, por parte de empresarios argentinos y árabes, en las relaciones comerciales en busca de la apertura y profundización de determinados mercados.
Como, por ejemplo, el acuerdo relativo al desarrollo de proyectos energéticos, de minería o transporte. O el rubricado con el gobierno de Qatar en materia de Turismo, por el que ambos países se otorgaran facilidades en esa materia a fin de alentar los acercamientos de empresas y capitales privados en proyectos de inversión de manera conjunta. De todas maneras, son solo acuerdos que aportarán beneficios al país cuando se hagan realidad.
POR LA REELECCION
Antes de su paso por Kuwait, Qatar y Turquía, la Presidenta habría comunicado a sus más cercanos colaboradores su decisión de ir por otro mandato al frente de la Casa Rosada. Cuando todavía no había arribado al primer destino de su gira por Oriente Medio, en la Argentina se comenzaba a instalar, con fuerza, en el escenario político el "Operativo Clamor: Cristina 2011".
"Si Cristina decidiera ser candidata obtendría un triunfo contundente", aseguró el ministro del Interior, Florencio Randazzo, encabezando el panel de ministros pro-reelección de la Jefa del Estado.
Donde los votos cuentan, es decir, la provincia de Buenos Aires, los intendentes esperaban turno para filtrar sus opiniones a favor de Cristina 2011. El intendente de Florencio Varela y titular de la Federación Argentina de Municipios (FAM), Julio Pereyra, consideró algo "necesario" la reelección; "gana en primera vuelta", aventuró Fernando Espinoza desde La Matanza; "no hay mejor candidata", elogió el intendente de Ezeiza, Alejandro Granados, entre una larga lista.
En medio de todos estos deseos, o apuestas interesadas en un año electoral, se conoció un estudio de opinión de la consultora Ipsos Mora y Araujo en la cual se señala que el 60% de los ciudadanos aprueba la gestión de Cristina Kirchner frente a un 36% que está en contra.
Al respecto, el estudio concluyó que "la foto de hoy no le da el lugar a la oposición de ser una alternativa consistente como para enfrentar al Gobierno y que cuatro de cada diez personas no ven un liderazgo claro como para ubicarse en la vereda de enfrente".
INDEFINICION Y CONFUSION
Precisamente, en la oposición las protagonistas son la indefinición de Mauricio Macri en la Ciudad y la confusión del Socialismo, el radicalismo y el GEN. Y en particular en el Peronismo Federal, donde se agravó la interna. Todo comenzó cuando Eduardo Duhalde propuso adelantar las internas en el peronismo disidente. La iniciativa fue respaldada por Alberto Rodríguez Saá pero rechazada por Felipe Solá.
A partir de ahí, los cruces entre ambas posturas no se detuvo. Solá amenazó con alejarse del espacio que agrupa a los dirigentes del PJ disidente si se impone el autoritarismo y, aunque evitó dar nombres, en su entorno admitieron que es creciente su enojo con Duhalde, a quien calificó como "derechoso" por asegurar que era el "candidato del orden".
Pese a las dudas y a las ratificaciones oficiales acerca de la realización de las internas a nivel nacional el próximo 14 de agosto, la oposición debería alcanzar los consensos necesarios para presentar a la sociedad las propuestas alternativas, lógicas y necesarias, a las del oficialismo.
Una organización rápida y responsable, seguramente beneficiará el tablero político, y, en definitiva, al sistema democrático. Es evidente, que mientras no aparezca un liderazgo firme en la oposición, las posibilidades de la Presidenta para un nuevo mandato se reafirmarán.