Cristina Kirchner suspendió el lanzamiento de su nueva agrupación
A pocos días de la inauguración de su espacio político, la ex jefe de Estado ordenó su cancelación. Los motivos reales.
El miércoles iba a ser el regreso de la ex presidente Cristina Kirchner al mundo de la política con el lanzamiento de su nuevo espacio Convocatoria Federal Kirchnerista (CFK), pero su realización fue suspendida, según publicaron los organizadores.
"Ante la enorme expectativa que despertó, suspendemos reunión de referentes prevista para el 7/12", publicó ayer en Twitter Carlos Heller, sobre el acto que la ex jefe de Estado iba a encabezar, lo que despertó burlas en las redes.
Detrás de la suspensión del fallido "primer plenario" de Convocatoria Federal Kirchnerista (CFK), un espacio creado hace dos meses para articular a las organizaciones que permanecen bajo la conducción de la ex presidenta, hay diferencias internas y razones complejas.
La de superficie es la que expusieron las agrupaciones: la cantidad de dirigentes de todo el país que querían asistir superó la capacidad del microestadio de Ferro, de menos de 2000 personas, según cuenta La Nación.
"Es imposible contener toda esa fabulosa expectativa y sería contradictorio con el espíritu de la reunión que alguien que quiera participar no pueda hacerlo", explicaron los organizadores en un comunicado.
Con la venia de Máximo Kirchner, jefe de La Cámpora, el encuentro lo organizaron Martín Sabbatella, Jorge Capitanich, Agustín Rossi y Jorge Ferraresi, en primer plano, junto con referentes de otras 16 agrupaciones cristinistas, como Kolina, Miles y el Frente Transversal.
"Hay otro sector que prefiere un cristinismo más inorgánico, con el liderazgo de Cristina como único factor ordenador", dijo un diputado del FPV, que señaló a La Cámpora como responsable de esa corriente, según La Nación.
El grupo CFK, promotor del acto en Ferro, apuntaba a una reunión de dirigentes que consolidara el espacio como referencia obligada dentro del cristinismo.
Sectores ajenos a la organización, pero también cercanos a la ex presidenta, preferían que Cristina cerrara el año con un acto masivo, para emular la movilización multitudinaria del 9 de diciembre de 2015, en la Plaza de Mayo.
"Quienes formamos este espacio no expresamos la totalidad del movimiento nacional y popular que transformó y volverá a transformar nuestra Patria", se escribió en el documento de CFK, para evitar recelos.
Las tensiones se acrecentaron cuando el número de dirigentes con voluntad de asistir superó por mucho el límite de 2000 invitados. "No había tiempo para convertir un plenario de 2000 personas en una movilización popular", dijeron desde la organización.
Algunos nos sentimos incómodos con personajes, como D'Elía y Esteche, y más si van a estar en el palco", dijo una diputada del FPV, según La Nación.