Cristina Kirchner acusó a Hugo Moyano de machista
En su libro, la ex Presidenta dice que por "ese signo distintivo de vastos sectores del sindicalismo" ocurrió la pelea con el camionero en 2010.
En política nunca faltan las sorpresas, y menos si la escena transcurre en Argentina. Lo de esta nota es un claro ejemplo: justo cuando parecía zanjarse el largo distanciamiento entre Cristina Kirchner y Hugo Moyano, la ex presidenta vuelve a tensar la cuerda, ya que, en su último, acusa al camionero de machista. Y eso sale a la luz luego de que el sindicalista anuncie en público que votaría a la senadora. Mal timing.
La crítica de CFK está en el ya best seller "Sinceramente", en el capítulo donde repasa la dura pelea que tuvieron con Moyano en 2010, que culminó rompiendo la buena relación del gobierno K con la CGT. En la página 292, la ex presidenta, que en ese capítulo desarrolla los rasgos más llamativos, según su entender, de su segundo gobierno, dice: "Cuando escucho a veces a Moyano hablar de Néstor, siento que allí reside parte del problema que tuvimos: el machismo, que es un signo distintivo en vastos sectores del sindicalismo argentino, porque en realidad es a mí a quien conoció mucho antes, y fui yo la que no le dio quórum a la primera reforma laboral en 1998″.
Los dardos contra el camionero, a quien ella misma y todo el kirchnerismo se habían acercado en el último año, continúan en la página 294. "Creo que muchas actitudes revelan la presencia de la misoginia en amplios sectores de nuestra sociedad: no se bancan una mujer que les pueda discutir de igual a igual a los hombres. Tal vez, como mujer, se puede discutir y no tener razón, pero si, además de discutir, se la ganás, les resulta absolutamente intolerable. Lo que le reconozco a Hugo Moyano, aún después de todos los enfrentamientos que tuvimos, es que él nunca traicionó a los trabajadores de su gremio, algo que sí han hecho otros dirigentes".
Para la página siguiente Cristina Kirchner guarda la última estocada: "Cuando Moyano, para enfrentarme, hablaba bien de Néstor y mal de mí, no se trataba de una cuestión de identificación ideológica... estoy convencida de que la cuestión de género pesaba y mucho", concluye.