Cristina Fernández de Kirchner pidió "más amor y menos odio" a "los que más tienen"
La Presidente lo hizo en una ceremonia frente a la Basílica de Nuestra Señora de Itatí en Corrientes, ante miles de militantes de agrupaciones kirchneristas.
La presidente Cristina Kirchner pidió ayer a "más amor y menos odio" a "los que más tienen" y que la Virgen de Itatí los "ilumine" para que "entiendan que es necesario colaborar con solidaridad y humildad" por el bien del país.
"Le pido a la virgen que rece por aquellos que todavía no entienden que tiene que haber más solidaridad para que la Argentina cobije a los 40 millones de argentinos", señaló la jefa de Estado en una ceremonia frente a la Basílica de Nuestra Señora de Itatí en Corrientes, ante miles de militantes de agrupaciones kirchneristas.
"A esos que tanto tienen, que la vida les ha deparado posibilidades, les pido que comprendan que es necesario seguir trabajando en esta dirección. Le pido a la Virgen que los ilumine ellos con más amor y menos odio", agregó en un mensaje dirigido a sectores de la sociedad que no respaldan su gestión.
La mandataria también reclamó a esa virgen patrona de Corrientes que le siga "dando fuerzas para seguir adelante" en la presidencia, porque -sostuvo- "no es lo mismo que cuando lo tenía a él al lado", en referencia a Néstor Kirchner.
Previo a su discurso, Cristina Kirchner colocó dentro de la basílica una de las siete banderas que flameó en las Islas Malvinas durante el "Operativo Cóndor" de 1966, acompañada por el gobernador radical Ricardo Colombi y el intendente Carlos Mauricio Espínola.
"Hoy más que nunca, en un momento difícil y complejo donde quieren una vez más clavarnos las garras desde afuera como en otras oportunidades con la complicidad de algunos de adentro, quiero pedirles a los 40 millones de argentinos que estemos unidos para poder seguir creciendo", planteó la jefe de Estado.
Además reiteró que su Gobierno ha "ampliado los derechos intangibles" y cada argentino puede "decir lo que siente donde quiere, como quiere y cuando quiere". Y revindicó la política oficial hacia las manifestaciones públicas: "Prefiero pasar por blanda y no regar la tierra con sangre de compatriotas", aseguró.
Del acto, participaron también los gobernadores Maurice Closs (Misiones), Sergio Urribarri (Entre Ríos), Jorge Capitanich, (Chaco), Gerardo Zamora (Santiago del Estero) y Gildo Insfrán (Formosa). La ceremonia de bendición de la bandera fue presidida por el Arzobispo de la provincia, monseñor Andrés Stanovnik y el cura Párroco de la Basílica, Hugo Camino.
Se trató de de las siete banderas que flamearon en las Islas Malvinas durante el denominado Operativo Cóndor, en septiembre de 1966, oportunidad en la que un grupo comando integrado por 18 jóvenes, entre los que se encontraban estudiantes, empleados y sindicalistas, militantes peronistas, desvió un avión de Aerolíneas Argentinas que había partido desde el Aeroparque "Jorge Newbery", con destino a Río Gallegos, haciéndolo aterrizar en Malvinas.
Las banderas fueron recibidas recientemente por la presidenta de manos de María Cristina Verrier, una de las ideólogas del Operativo Cóndor, quien propuso que una de ellas se ubique en el Mausoleo de Néstor Kirchner, en Río Gallegos.
La mandataria decidió que las restantes seis tengan como destino las Basílicas de Itatí y Luján, el Museo del Bicentenario, el Patio Malvinas Argentinas de la Casa Rosada, el Congreso Nacional y el Museo Malvinas, a inaugurarse próximamente.
"Le pido a la virgen que rece por aquellos que todavía no entienden que tiene que haber más solidaridad para que la Argentina cobije a los 40 millones de argentinos", señaló la jefa de Estado en una ceremonia frente a la Basílica de Nuestra Señora de Itatí en Corrientes, ante miles de militantes de agrupaciones kirchneristas.
"A esos que tanto tienen, que la vida les ha deparado posibilidades, les pido que comprendan que es necesario seguir trabajando en esta dirección. Le pido a la Virgen que los ilumine ellos con más amor y menos odio", agregó en un mensaje dirigido a sectores de la sociedad que no respaldan su gestión.
La mandataria también reclamó a esa virgen patrona de Corrientes que le siga "dando fuerzas para seguir adelante" en la presidencia, porque -sostuvo- "no es lo mismo que cuando lo tenía a él al lado", en referencia a Néstor Kirchner.
Previo a su discurso, Cristina Kirchner colocó dentro de la basílica una de las siete banderas que flameó en las Islas Malvinas durante el "Operativo Cóndor" de 1966, acompañada por el gobernador radical Ricardo Colombi y el intendente Carlos Mauricio Espínola.
"Hoy más que nunca, en un momento difícil y complejo donde quieren una vez más clavarnos las garras desde afuera como en otras oportunidades con la complicidad de algunos de adentro, quiero pedirles a los 40 millones de argentinos que estemos unidos para poder seguir creciendo", planteó la jefe de Estado.
Además reiteró que su Gobierno ha "ampliado los derechos intangibles" y cada argentino puede "decir lo que siente donde quiere, como quiere y cuando quiere". Y revindicó la política oficial hacia las manifestaciones públicas: "Prefiero pasar por blanda y no regar la tierra con sangre de compatriotas", aseguró.
Del acto, participaron también los gobernadores Maurice Closs (Misiones), Sergio Urribarri (Entre Ríos), Jorge Capitanich, (Chaco), Gerardo Zamora (Santiago del Estero) y Gildo Insfrán (Formosa). La ceremonia de bendición de la bandera fue presidida por el Arzobispo de la provincia, monseñor Andrés Stanovnik y el cura Párroco de la Basílica, Hugo Camino.
Se trató de de las siete banderas que flamearon en las Islas Malvinas durante el denominado Operativo Cóndor, en septiembre de 1966, oportunidad en la que un grupo comando integrado por 18 jóvenes, entre los que se encontraban estudiantes, empleados y sindicalistas, militantes peronistas, desvió un avión de Aerolíneas Argentinas que había partido desde el Aeroparque "Jorge Newbery", con destino a Río Gallegos, haciéndolo aterrizar en Malvinas.
Las banderas fueron recibidas recientemente por la presidenta de manos de María Cristina Verrier, una de las ideólogas del Operativo Cóndor, quien propuso que una de ellas se ubique en el Mausoleo de Néstor Kirchner, en Río Gallegos.
La mandataria decidió que las restantes seis tengan como destino las Basílicas de Itatí y Luján, el Museo del Bicentenario, el Patio Malvinas Argentinas de la Casa Rosada, el Congreso Nacional y el Museo Malvinas, a inaugurarse próximamente.