Crisis del gasoil: ya hay 21 provincias con desabastecimiento
Se sumaron Río Negro y Santa Cruz a la medición anterior, que aparecen con problemas asociados a la carga normal.
La escasez de gasoil se sigue intensificando y ya se generalizó en gran parte del país. Según el “Mapa de abastecimiento de gasoil”, creado por técnicos de la Federación Argentina de Entidades Empresarias del Autotransporte de Cargas (FADEEAC), son 21 provincias que presentaban problemas para acceder al combustible.
Hasta la muestra anterior (reflejaba la situación entre el 25 de mayo y el 5 de junio), las provincias hidrocarburíferas de la Patagonia eran la excepción. Sin embargo, ahora Río Negro y Santa Cruz aparecen con problemas asociados a la carga normal con la instrumentación de cupos.
“Estamos frente a un efecto de manta corta: hay desvío de combustible desde el Sur para intentar compensar la situación de las regiones más complicadas, en el Centro y Norte del país. La situación se complica con el paso de los días y lo que nos genera mayor preocupación es que no vemos soluciones concretas a corto plazo. Aumentar el corte del biodiesel puede ser una medida paliativa, pero no resuelve la cuestión de fondo. Más allá de los anuncios oficiales sobre la supuesta importación de gasoil no tenemos certezas de cuándo ocurrirá eso”, dijo Roberto Guarnieri, presidente de FADEEAC.
“El gasoil al que podemos acceder es escaso y el precio, en muchos casos, discrecional. Esta situación enfrenta a dos sectores productivos clave para el desarrollo del país: el agropecuario y el transporte de cargas. Es un momento en el que se requieren de los mayores esfuerzos para compatibilizar estas dos actividades que son complementarias y vitales para el repunte económico. A estos problemas debería sobreponerse una mayor coordinación y rapidez en la toma de decisiones del Estado junto con el segmento petrolero”, agregó Guarnieri.
Ante esto, el Gobierno avisó a la industria del biodiésel que aumentará el corte. Según trascendió, para las pymes locales pasará del 5% al 7,5% mientras que se abrirá otro canal para las exportadores, que llegará al 12,5%.
El mapa
A partir de las respuestas de conductores y propietarios de camiones de algunas de las 4.400 Pymes que integran las 43 Cámaras de transporte nucleadas en FADEEAC, se conformó este “semáforo virtual” que tiene como objetivo monitorear en tiempo real la disponibilidad de combustible en la Argentina. A la fecha, con más de 1.100 respuestas procesadas, los resultados fueron los siguientes:
Hay 14 provincias en rojo (hay muy bajo o nulo suministro en las estaciones de servicio): Buenos Aires, Entre Ríos, Corrientes, Misiones, Santa Fe, Córdoba, Santiago del Estero, Tucumán, Salta, Jujuy, Chaco, Formosa, San Juan, y Mendoza.
5 provincias en naranja (el promedio de suministro es de 20 litros por unidad): CABA, San Luis, La Rioja, Catamarca, y La Pampa.
2 provincias en amarillo (lugares en los que se cargan entre 51 y 100 litros): Río Negro y Santa Cruz.
3 provincias en verde (no registran problemas de abastecimiento ni hay cupos para cargar): Neuquén, Chubut y Tierra del Fuego.
El 94% de los transportistas de carga que respondió a la consulta sufrió algún tipo de dificultad (cupos, tiempo de espera, precios más elevados que los oficiales en surtidor, etc) a la hora de intentar repostar.
Mientras que en la mayoría de las provincias rigen cupos de carga menores a los 20 litros por unidad, es importante tener presente que un camión necesita entre 35 y 40 litros promedio para recorrer 100 km.
Los dos problemas principales detectados están relacionados con el volumen de carga de combustible permitido y con el tiempo de espera para lograrlo.
El 34,6% de quienes respondieron a la consulta de FADEEAC esperó más de 12 horas antes de acceder al combustible; 16,6% aguardó entre 6 y 12 horas; 16, 9%, entre 3 y 6 horas; 12,8% entre 2 y 3 horas; 9,8% entre 1 y 2 horas; 9,8% menos de una hora.
“El escenario sigue complicándose. Es necesario que los responsables del tema tomen medidas urgentes que permitan un normal tránsito de las mercancías con precios que resulten razonables y transparentes para toda la cadena. El transporte de cargas no es formador de precios. Según la distancia y el tipo de producto, la incidencia del flete en el precio final de un bien es de entre 2 y 4 por ciento. No es correcto que si el flete aumenta 30% se traslade ese incremento de forma directa al azúcar, el aceite o la carne”, recordó Guarnieri.
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