Crimen pasional y policial: balean a mujer policía y detienen a su pareja
Una mujer policía murió tras recibir un balazo, mientras que su pareja, también integrante de la fuerza, quedó detenido, en el marco de un confuso episodio ocurrido en el departamento mendocino de Godoy Cruz.
Una mujer policía murió tras recibir un balazo, mientras que su pareja, también integrante de la fuerza, quedó detenido, en el marco de un confuso episodio ocurrido en medio de una discusión registrada en un domicilio del departamento mendocino de Godoy Cruz.
El policía aseguró que el disparo que mató a su mujer se produjo en forma accidental, mientras ambos estaban discutiendo, aunque igualmente quedó detenido por orden de la Justicia hasta que se aclaren las circunstancias.
El hecho tuvo como víctima a Alejandra Verónica Yúdica, de 37 años, y por el momento tiene como presunto responsable a Sebastián Montivero, de 32.
Según indicó el sitio on line del diario Uno de esta ciudad, el hecho se produjo anoche, mientras la pareja se encontraba en el dormitorio del domicilio en el que residía.
Tras recibir heridas de bala en la cabeza, en la región interparietal anterior, y en una muñeca, la mujer fue llevada en gravísimo estado y con pérdida de masa encefálica al Hospital Central de Mendoza, donde finalmente murió alrededor de la 1 de la madrugada de hoy.
Montivero fue inmediatamente detenido y según le contó a sus pares de la Policía de Mendoza, todo ocurrió cuando tras una discusión se le cayó su pistola Taurus 9 milímetros y aparentemente se disparó en forma accidental, por lo que su mujer fue herida en la cabeza.
El hombre aseguró que en momento del desenlace, con el fin de ponerle fin a la discusión, se aprestaba a abandonar la habitación y a guardar el arma en un placard.
Según trascendió, la versión no convenció a los investigadores del caso, aunque el mismo por el momento fue caratulado como "averiguación causal de muerte" y quedó en manos del fiscal especial Daniel Carniello.
Una de las dudas, es la forma en que el disparo dio en la muñeca izquierda y en la cabeza de la víctima, situación que podría haberse dado a raíz de una reacción protectiva por parte de la mujer.
La víctima había sido abuela días atrás, cuando su hija de 18 años tuvo un bebé.
La mujer prestaba servicios en la Dirección de Inteligencia Criminal de la Policía local.
En tanto, Montiveros se desempeñaba en la Unidad Motorizada de Acción Rápida (UMAR).