Crimen del empresario Gabriel Izzo en Padua: piden la captura internacional de dos sospechosos

La reconstrucción todavía está en marcha. El plan, para los investigadores, tuvo quiebres: el auto y las cámaras de seguridad fueron la clave para desentramar -al menos en esta etapa- los indicios de un plan para robarle a un empresario en San Antonio de Padua, Merlo.

El asalto terminó con la muerte de Gabriel Izzo (60). Su esposa, Silvana Petinari (56), se recupera de un disparo en el abdomen.

Mientras Walter Rodríguez Sierra (50) permanece detenido, su declaración y las evidencias recolectadas derivaron en el pedido de captura nacional e internacional de Gustavo Julio Alberto Mac Dougall (49) y Gustavo Damián Potenza (45). 

Para el fiscal Claudio Oviedo, son cómplices del crimen de Izzo, asesinado en su casa de San Antonio de Padua.

La trama detrás de la acusación

Rodriguez Sierra fue detenido luego de que encontraran en su pizzería de la calle Juan Martínez al 2400, de Ituzaingó, 87 municiones calibre .40; 151 balas 9 milímetros y tres calibre .380. En esos operativos habían detenido, también, al hijo de Sierra, un adolescente de 18 años, y a un amigo del joven. Ambos fueron liberados por falta de pruebas.

En su declaración indagatoria, Sierra dijo que es "inocente" y que le vendió su auto, el Volkswagen Gol blanco usado para cometer el robo, a Gustavo Mac Dougall. Aseguró que la operación se concretó hace un año pero que nunca habían realizado la transferencia.

Además de venderle el auto y confiarle su uso sin registrar la transacción, Sierra le alquila a Mac Dougall una pizzería desde enero de 2023. 

“Las cámaras van a mostrar quién fue que lo dejó ahí (N. de R.: al auto) y con quién estaba. Pueden ver que el día del hecho estuve en mi casa”, declaró Rodríguez Sierra.

Para justificar la tenencia de las balas encontradas en su comercio, Rodríguez dijo que ostenta "el 50% de una empresa de seguridad que se llama Dra. Lock" de la que es socio junto a un comisario retirado.

Para los investigadores, Mac Dougall alquilaba la pizzería y usaba el auto del que Sierra es titular. Pero fue Potenza el que llegó manejándolo y lo estacionó en la puerta del kiosco "Mandale Mecha" que está justo al lado de la pizzería "Lo de Cata".

Allí, policías de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) de Morón incautaron una mochila marca Necxus con manchas de sangre, cuatro precintos negros similares a los que usaron en la casa de Izzo en el lugar del hecho y dos palancas de mano con mango plástico rojo usadas para forzar el ingreso a la casa.

El crimen

El asesinato de Izzo, dueño de un aserradero de la zona oeste del conurbano, ocurrió el viernes a las 4.20 en su casa de Italia 1077, a pocas cuadras del centro de la estación de San Antonio de Padua.

Allí, también fue gravemente herida su esposa, hija del propietario de la empresa "Petinari", dedicada a la fabricación de acoplados, volcaduras y semirremolques, del partido de Merlo.

Al menos dos delincuentes que se movilizaban en un Volkswagen Gol Power gris ingresaron a la casa de la pareja tras forzar la persiana americana de madera de un ventanal sin rejas que da a la calle, mientras que al menos dos cómplices quedaron de apoyo a bordo del vehículo.

Según las fuentes, Izzo se despertó al escuchar ruidos y agarró dos armas de su propiedad que guardaba en su habitación: una pistola Bersa calibre .40 y un revólver .38, y salió de la habitación para ver qué sucedía.

En circunstancias, se enfrentó con los delincuentes, quienes le dispararon con armas de fuego y además lo apuñalaron, al tiempo que la víctima también disparó, aunque sólo con el revólver dado que la pistola se le trabó y aparentemente no alcanzó a herir a nadie.

Izzo fue alcanzado por al menos cinco proyectiles y murió en el lugar a raíz de las lesiones de bala y también de arma blanca que los delincuentes le provocaron, mientras que su esposa fue apuñalada y golpeada, lo que le provocó la pérdida del globo ocular derecho, agregaron las fuentes.

En la propiedad también se encontraba la madre de la mujer herida, Elsa Otruba de Petinari (83), quien resultó ilesa ya que no salió de la habitación.

Junto a Rodríguez Sierra, fue apresado su hijo y un joven de 18 años, quienes fueron liberados a las pocas horas tras ser ingresadas sus huellas al sistema AFIS de identificación.