Crimen del colectivero: investigan si los atacantes actuaron en venganza
El hombre fue interceptado por un auto y recibió dos tiros en la cabeza.
Los investigadores que trabajan para determinar lo ocurrido con el crimen de Pablo Roberto Flores, el chofer de 37 años asesinado cuando conducía la unidad 75 de la línea de 218 en Virrey del Pino, La Matanza. Hasta el momento, saben que no se trató de un intento de asalto y se centraron en la hipótesis de un crimen premeditado.
Lo que aún no tienen claro es si ese padre de dos hijos (una nena de 13 años y un varón de 12) que recibió dos balazos en la cabeza era el objetivo buscado por los atacantes.
En la rotonda del barrio San Javier, según testigos, un Peugeot 504, aparentemente color blanco, se cruzó en el camino de la unidad 75, con Flores al volante y unos diez pasajeros. Dos personas se bajaron de ese auto (se trata de establecer si otros quedaron arriba del vehículo) y dispararon directamente contra el conductor del colectivo.
Eran las últimas horas de este jueves. Flores recibió dos tiros calibre 11.25 en la cabeza, perdió el control de su interno y terminó arriba de la plazoleta, frente a la Capilla San Francisco Javier.
Algunos testigos y especialmente parte del pasaje declararon y dieron precisiones. Que los atacantes que se dejaron ver fueron dos, que no emitieron ningún tipo de palabra, que gatillaron directamente y que los balazos estallaron una ventanilla del lado derecho, lateral a la puerta de pasajeros.
Una pasajera, identificada como Claudia C., dijo que los sospechosos estaban frente a una parrilla y que el hecho ocurrió cuando el interno 75 iba por el cruce de la calles Río Orinoco e Israel.
"Pablo era el conductor de la unidad 1, no de la 75. Pablo vino el jueves y le dieron el interno 75, es del mismo ramal, pero es otra unidad. No sabemos si antes hubo un problema con el chofer de la 75, que está de parte médico hace días por una lesión en un tobillo. El miércoles lo sacó Molina, al 75, y este jueves se lo dieron a Flores", contó, en detalle, un compañero de la víctima.
Ese mismo chofer contó que el padre de Flores también había trabajado en Almafuerte, en la parte técnica, y que ya está jubilado.
La investigación, que está a cargo del fiscal Federico Medone, de la Fiscalía Temática de Homicidios, avanza en el sentido de ese ataque premeditado, aunque sin poder saber aún si en la previa al hecho hubo algún incidente o amenaza contra el chofer habitual de la unidad 75.
"Es un caso complicado, necesitamos confirmar algunos detalles más", dijeron a Clarín fuentes de la investigación. La búsqueda se orienta a los días previos al crimen, en determinar quiénes condujeron la unidad 75 desde que su chofer titular pidió parte de enfermo por su lesión y si en alguno de los recorridos habituales hubo algún problema (incidente de tránsito u otro tipo de discusión) entre el conductor de turno de la línea 218 y los atacantes.
El caso generó una gran conmoción en la zona, entre los colegas de Flores y a nivel sindical provocó una inmediata reacción que derivó en un paro decretado por la UTA, de 24 horas, en al menos unas 60 líneas de colectivos de zona Oeste. En tanto, un numeroso grupo de compañeros de la víctima inició una protesta en el kilómetro 53 de la Ruta 3, que duró toda la noche.
La tensión fue en aumento. Cerca de las 2 de este viernes, la protesta se extendió hasta la Comisaría Sur 3a de Virrey del Pino, donde hubo un fuerte cruce con los agentes que respondieron con balas de goma ante la quema por parte de los manifestantes de un móvil policial y varios autos secuestrados que estaban estacionados en un playón de la seccional.
Ya en la mañana de este viernes, mientras crecía la tensión en avenida General Paz y Alberdi, con un corte por parte de los trabajados de UTA, el arribo al lugar del ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni, permitió abrir un diálogo con representantes gremiales.
Promesas y pedido de liberación de la traza de la General Paz tuvieron a su vez versiones cruzadas e insultos entre los propios colegas colectiveros. Finalmente, se levantó el corte, pero se mantuvo el paro, mientras que la empresa Almafuerte entró en un impasse por parte de sus empleados hasta el lunes, cuando se daría una reunión para definir medidas de seguridad.
La empresa Almafuerte tiene un largo recorrido en las noticias por hechos sufridos de inseguridad.
En mayo de 2019, dos ladrones subieron al interno 538 de la línea 622, de la misma compañía. El chofer, Cristian Martín Temis (42), se resistió al robo y uno de los delincuentes le disparó dos veces: una bala le impactó en la mano y la otra le rozó la cara. El hecho ocurrió a la altura del kilómetro 38 de la Ruta Nacional N°3, en Virrey del Pino, a un kilómetro del lugar donde poco más de un año atrás habían asesinado a Leandro Alcaraz (26), chofer de la línea 622.
"Estamos cansados de la inseguridad que vivimos día a día", dijo entonces Sergio Gauna, delegado de la empresa Almafuerte.
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