Crimen de Lucas González: dos policías admitieron haber disparado y otro se puso a llorar en la indagatoria
Se trata del oficial José Nievas y del oficial mayor Fabián López, quienes lo aseguraron durante la indagatoria. En tanto, Gabriel Isassi se quebró en llanto.
Dos de los tres policías acusados involucrados en la muerte de Lucas González (17) en Barracas declararon este lunes ante la Justicia y admitieron haber disparado con su arma reglamentaria contra el auto en el que viajaba el joven futbolista y sus amigos. El tercer imputado por el crimen se negó a recibir preguntas y lloró en dos oportunidades.
Fuentes judiciales informaron a la agencia de noticias Télam que los dos acusados que declararon dijeron haberse bajado del auto Nissan Tiida de la Brigada de Investigaciones de la Comuna 4 al grito de “policía” y con los chalecos identificatorios puestos, y que también hicieron sonar la sirena, aunque no encendieron las luces azules del móvil porque no funcionaban.
Los agentes declararon en el transcurso de la mañana en la alcaidía porteña en los Tribunales durante la indagatoria efectuada por los fiscales Leonel Gómez Barbella y Andrés Heim.
El primero en declarar fue Gabriel Isassi, quien no quiso aceptar preguntas. El policía rompió en llanto en dos oportunidades y brindó un intento de clarificación sobre cuáles eran las tareas que realizaba él junto a sus compañeros vestidos de civil y en un auto sin identificación policial en las inmediaciones del barrio 21-24. Isassi aseguró que se encontraban realizando labores por un operativo contra el narcotráfico a raíz de una orden judicial.
Según la declaración del policía, el auto en el que viajaba Lucas junto a sus compañeros de equipo había tenido movimientos “compatibles con maniobras de narcotráfico”, según consignó la agencia Noticias Argentinas. Cabe recordar que el amigo de Lucas que conducía el vehículo aseguró en una entrevista televisiva que todo se desató poco tiempo después de que ellos pararon en un kiosco a comprar unos jugos.
Isassi declaró que tanto él como sus compañeros vestían unos chalecos antibalas con identificación de la policía al momento de intentar frenar el auto para constatar la identidad de los ocupantes.
El policía afirmó además que, en un momento, el vehículo en el que viajaba Lucas ignoró el pedido de frenada tras la persecución y, una vez que los agentes se plantaron delante del coche de los futbolistas, el amigo de la víctima arrancó, pisando con una rueda el pie de uno de los policías, factor por el que los agentes consideraron como una amenaza y por el cual abrieron fuego.
Todos los amigos de Lucas que viajaban en el auto revelaron durante los últimos días que intentaron escaparse de los policías, ya que no estaban identificados y los estaban apuntando con armas. Aseguraron que pensaron que eran ladrones y que les querían robar.
A su vez, Isassi no hizo referencia alguna sobre quién de los tres acusados fue el que efectuó los disparos contra los jóvenes futbolistas que viajaban en un Volkswagen Suran azul.
El primero que sí admitió haber disparado contra el vehículo fue el oficial José Nievas, otro de los acusados. En ningún momento hizo referencia a la supuesta portación de armas de los adolescentes y por el momento no salieron a la luz sus declaraciones acerca de los motivos que lo llevaron a efectuar tiros contra los adolescentes.
Los dos policías afirmaron que en ningún momento sospecharon que los ocupantes del auto azul eran futbolistas y hasta presentaron un reclamo ante la Justicia. Uno de ellos dijo que durante estos días de reclusión fueron detenidos en calabozos comunes, y que durante el transcurso de los días se sintieron amenazados por el resto de los reclusos del mismo área.
El último turno fue para el oficial mayor Fabián López, quien, al igual que Nievas, también reconoció haber efectuado disparos contra el auto en el que viajaban los adolescentes y se negó a brindar información sobre la presunta arma que se encontraba dentro del vehículo detenido.
La situación de los tres policías de la Ciudad, que permanecen detenidos, se complicó en las últimas horas con una nueva acusación. El sábado por la noche, después de que los sospechosos se entregaran en la Comisaría Comunal 4 en Parque Patricios, el fiscal Leonel Gómez Barbella, a cargo de la instrucción del caso, requirió que sean también imputados por la tentativa de homicidio de los tres amigos de Lucas que viajaban en el Volkswagen Surán, con el futbolista de Barracas Central en el asiento de acompañante.
“Conforme que fuera el relato de los hechos, encuentra provisoriamente calificación legal en el delito de tentativa de homicidio doblemente agravado por haber sido cometido por miembros de las fuerzas policiales abusando de sus funciones y con alevosía; el delito de homicidio agravado por haber sido cometido por miembros de las fuerzas policiales abusando de sus funciones y con alevosía; el delito de falsedad ideológica y la privación ilegal de la libertad agravado por abuso funcional, todos ellos en concurso ideal”, afirmó Gómez Barbella en el escrito. El nuevo pedido de imputación se sumó al del presunto homicidio agravado de Lucas, cuya pena es de prisión perpetua.
Por otro lado, se espera que los amigos que viajaban con Lucas presenten declaración también este lunes en la Fiscalía Nº 32 ante los investigadores en su condición de testigos. Antes de presentarse a los fiscales, los jóvenes se entrevistarán con personal de la Dirección de Orientación, Acompañamiento y Protección a Víctimas. En tanto, los padres de Lucas, Mario González y Cintia López, harán lo propio el martes, también en los Tribunales porteños. Se espera que puedan aportar información que sea determinante para la causa.
Mientras tanto, desde las 19 de este lunes los padres de Lucas convocaron a una marcha en la puerta de Tribunales. Será una manifestación de velas pacífica y sin banderas políticas.
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