Crimen de la psicóloga: testigo escuchó ruidos
Los investigadores creen que el homicidio se produjo durante "la tardecita" del sábado último, tras una fuerte discusión entre la víctima y otra persona.
Fuentes judiciales aseguraron que en las últimas horas se recibió un testimonio "clave" brindado por un vecino de la casa de María Marta Landívar, quien dijo haber escuchado una fuerte pelea y ruidos que provenían del dúplex de Landívar "la tardecita del sábado", lo que para los pesquisas confirma la hipótesis de un crimen vinculado a un tema laboral o sentimental.
En base a declaraciones de dos amigas de la víctima, los pesquisas lograron establecer que el sábado a la noche Landívar (37) tenía previsto encontrarse con ellas para ir a cenar a un restaurant en Valeria del Mar, pero nunca concurrió.
Por eso, los investigadores comenzaron en las últimas horas de ayer a analizar el listado de las comunicaciones telefónicas entrantes y salientes del teléfono fijo y del celular de la víctima, para saber si Landívar programó un encuentro con alguna persona antes de ir a cenar con sus amigas.
El fiscal de instrucción de Pinamar, Diego Bensi, pidió identificar una a una a las personas con las que se comunicó Landívar las horas y los días previos al crimen, y planea interrogarlas para saber de qué hablaron.
"No son tantas las llamadas. Por eso, estamos analizando una por una", dijo hoy a Télam un investigador judicial.
Además, el fiscal Bensi se comunicó con el secretario de Seguridad de Pinamar, Jorge Van del Gothe, para pedirle las filmaciones de las cámaras de seguridad del municipio, para establecer si se observa algún movimiento extraño que provenga de la casa de Landívar, en la avenida Del Valle Fértil y De los Langostinos.
Según los investigadores, la cámara del municipio más cercana está ubicada a diez cuadras del dúplex y registró el paso de distintos vehículos, pero nada que, en principio, llame la atención.
El fiscal relativizó el testimonio de una vecina que dijo haber visto merodear en el barrio donde se encuentra la casa de Landívar una motocicleta con una pareja a bordo que le pareció sospechosa.
Por otra parte, los peritos comenzaron a analizar los objetos hallados en las dos casas allanadas ayer en el marco de la causa, entre ellas algunas prendas de vestir y una toalla, en busca de posibles rastros de sangre.
"La verdad es que fuimos a buscar un arma de fuego o ropa manchada con sangre y no encontramos nada", dijo la fuente judicial consultada.
Una de las casas allanadas es la de un joven con el que, de acuerdo al relato de amigos de Landívar, la psicóloga había mantenido una relación amorosa hasta hace un mes, cuando el hombre decidió poner fin a los encuentros.
La otra vivienda es la de una mujer que es la pareja estable de ese joven desde hace un tiempo.
En base a declaraciones de dos amigas de la víctima, los pesquisas lograron establecer que el sábado a la noche Landívar (37) tenía previsto encontrarse con ellas para ir a cenar a un restaurant en Valeria del Mar, pero nunca concurrió.
Por eso, los investigadores comenzaron en las últimas horas de ayer a analizar el listado de las comunicaciones telefónicas entrantes y salientes del teléfono fijo y del celular de la víctima, para saber si Landívar programó un encuentro con alguna persona antes de ir a cenar con sus amigas.
El fiscal de instrucción de Pinamar, Diego Bensi, pidió identificar una a una a las personas con las que se comunicó Landívar las horas y los días previos al crimen, y planea interrogarlas para saber de qué hablaron.
"No son tantas las llamadas. Por eso, estamos analizando una por una", dijo hoy a Télam un investigador judicial.
Además, el fiscal Bensi se comunicó con el secretario de Seguridad de Pinamar, Jorge Van del Gothe, para pedirle las filmaciones de las cámaras de seguridad del municipio, para establecer si se observa algún movimiento extraño que provenga de la casa de Landívar, en la avenida Del Valle Fértil y De los Langostinos.
Según los investigadores, la cámara del municipio más cercana está ubicada a diez cuadras del dúplex y registró el paso de distintos vehículos, pero nada que, en principio, llame la atención.
El fiscal relativizó el testimonio de una vecina que dijo haber visto merodear en el barrio donde se encuentra la casa de Landívar una motocicleta con una pareja a bordo que le pareció sospechosa.
Por otra parte, los peritos comenzaron a analizar los objetos hallados en las dos casas allanadas ayer en el marco de la causa, entre ellas algunas prendas de vestir y una toalla, en busca de posibles rastros de sangre.
"La verdad es que fuimos a buscar un arma de fuego o ropa manchada con sangre y no encontramos nada", dijo la fuente judicial consultada.
Una de las casas allanadas es la de un joven con el que, de acuerdo al relato de amigos de Landívar, la psicóloga había mantenido una relación amorosa hasta hace un mes, cuando el hombre decidió poner fin a los encuentros.
La otra vivienda es la de una mujer que es la pareja estable de ese joven desde hace un tiempo.