Crimen de la periodista Griselda Blanco: la fiscal pidió un juicio abreviado para el empresario detenido
Darío Alfredo Ricardo Holzweissig, de 46 años, es el único imputado en el caso. La decisión de la Justicia llega luego de una supuesta confesión virtual del imputado, que su defensa descartó.
En medio del proceso que busca esclarecer las circunstancias en las que se produjo el crimen de la periodista Griselda Blanco – asesinada el 20 de mayo pasado en su casa de la ciudad correntina de Curuzú Cuatiá– la fiscal del caso, María José Barrero Sahagún, pidió un juicio abreviado al único imputado en el caso, Darío Alfredo Ricardo Holzweissig, de 46 años.
La noticia se dio a conocer luego de que la abogada querellante en la causa, Andrea Tribbia, afirmara que Barrero Sahagún notificó a las partes sobre un pedido de autorización al Ministerio Público provincial para iniciar un acuerdo de juicio abreviado con el imputado y detenido.
El abogado defensor, Alejandro Exequiel Gómez, por su parte, negó que la actual instancia signifique que el empresario detenido haya “confesado” al explicar: “Es una causa muy mediatizada en la que hay muchos trascendidos, por la sensibilidad del tema no puedo dar mayores precisiones, pero sí aclarar que aquí no hubo una confesión”.
Sin embargo, Tribbia señaló lo contrario. Al ser consultada si esa instancia implica que el imputado reconoció la autoría del hecho, la profesional respondió afirmativamente y cuestionó la celeridad que la representante del Ministerio Público le imprimió a la instrucción de la causa, faltando aún pruebas que encuadren el caso penalmente.
En ese sentido, la abogada querellante en la causa opinó sobre una virtual confesión por parte de Holzweissig, imputado por homicidio simple y en prisión preventiva. “A mi entender sí. Desde mi perspectiva podrán discutirlo, pero para mí claramente está admitiendo la comisión del hecho”, afirmó la profesional.
Para poder dar sentencia aún restan pruebas que puedan sostener la culpabilidad del detenido. Justamente ese es el punto que resalta Tribbia: “Aún no tenemos noticias de que se hayan producido pruebas como ADN, es lo que más queremos, porque son pruebas importantes y nos molesta profundamente que no se pueda producir esa contundente cantidad de pruebas para que pueda ser llevada a juicio en los tiempos que requiera. Deseamos que en virtud de esas pruebas y del hecho atribuido y comprobado se le dé una condena basada en hechos probados, demostrados y no sobre meras probabilidades o conjeturas de cualquier parte”.
Por otro lado, la querellante aún sostiene el pedido de que se modifique la carátula y cambie a femicidio agravado por alevosía, ya que tienen “la certeza de que hubo violencia ejercida por un hombre hacia una mujer y no hay dudas de eso”.
Por tal razón, Tribbia expresó su disconformidad con el juicio abreviado: “Ni debería considerarse el juicio abreviado, incluso para la figura que imputó la fiscal, homicidio simple, porque el juicio abreviado debe ser para causas leves y no como en este caso, un femicidio brutal, los hijos están destrozados porque no creen que ocho años sean justos”.
En la misma línea, luego de conocerse la novedad procesal, el colectivo Periodistas Argentinas también mostró su desagrado y emitió un mensaje público en el que expresó su “preocupación por la actitud de la fiscal” Barrero Sahagún, a quien le adjudicaron un “apuro por cerrar una causa sin investigación y con múltiples irregularidades”.
Ahora, una vez que se expida el fiscal general, la querella cuenta con un plazo de cinco días para apelar el dictamen ante el juez de Garantías, Martín José Vega, y solicitar que no haya un juicio abreviado.
El empresario Holzweissig fue el segundo detenido por el caso luego de Armando Jara, la expareja de la víctima, fuera apresado en un primer momento por femicidio y luego liberado por falta de pruebas, aunque continúa vinculado a la causa, ya que la fiscalía no descarta ninguna hipótesis.
El crimen fue descubierto el 20 de mayo último, cuando Blanco fue hallada estrangulada, con una soga en el cuello, tirada en el piso, con golpes en el rostro y heridas de arma blanca en su casa de la calle Juan Pujol, de Curuzú Cuatiá.
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