Crimen de la maestra en Junín: el único sospechoso del asesinato se declaró inocente
Jonatan Ramón Castro, de 22 años, fue detenido el sábado por la policía bonaerense luego de haber declarado como testigo en la causa.
Jonatan Ramón Castro (22) el joven detenido el sábado como sospechoso de haber asesinado a la maestra jubilada Olga Aída Acedo, hace nueve días durante un asalto en su casa de la localidad bonaerense de Junín, se declaró hoy inocente ante el fiscal del caso, José Elías Alvite Galante.
"El imputado dijo que no había cometido el crimen y que nunca estuvo en la casa de la maestra, pese a que tenemos su ADN en la claraboya por la que entraron el o los asesinos", dijo a Télam una fuente judicial.
Castro fue detenido en la vía pública por efectivos de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) de Junín, a cargo del comisario mayor Enrique Romero.
El fiscal pidió la detención de Castro a la jueza de Garantías Marisa Muñoz Saggese después de recibir el resultado de las pruebas genéticas realizadas por la Policía Científica.
Según las fuentes, los peritos cotejaron el ADN hallado en la escena del crimen con el perfil genético del sospechoso, el cual se había sometido el viernes pasado a una extracción de una muestra de saliva, y el resultado dio positivo.
Los voceros señalaron que el ADN del acusado se encontró en la claraboya del baño de la casa de Acedo, por la que ingresaron al menos dos delincuentes, y en un elemento que se utilizó para abrirla.
Para los peritos, uno de los delincuentes entró a la propiedad por la claraboya del baño, que sólo tiene 35 centímetros de diámetro, y desde allí se descolgó con una soga y le abrió la puerta a un cómplice.
También se encontró en el interior de la vivienda el perfil genético de otra persona, a la que se procura identificar, señalaron los informantes.
Según las fuentes, Castro, quien tiene antecedentes penales por robo, ya había declarado en la causa, pero como testigo.
El crimen de Acedo (72) ocurrió el viernes 15 de marzo en una vivienda ubicada en avenida República 170, entre Carlos Pellegrini e Hipólito Yrigoyen, de Junín, donde la víctima estaba al cuidado de su sobrina nieta de dos años.
La niña había sido dejada a la mañana en la casa por su madre Florencia, una maestra integradora de 23 años, y cuando regresó a las 12.30 a buscarla encontró a la maestra jubilada muerta y degollada, y a su hija ilesa, a su lado.
La joven avisó a la Policía y los efectivos que llegaron al lugar secuestraron en la escena del crimen una cuchilla que se cree es el arma homicida.
Los peritos dijeron que dos días antes del crimen la mujer asesinada había cobrado su jubilación y ese dinero, unos 2.000 pesos, quedaron guardados dentro de un cajón.