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Crimen de Candela Rodríguez: a nueve días del juicio ningún acusado estará en el banquillo

Ni los narcos ni los policías que participaron de su muerte, ni los políticos que los encubrieron.

El caso de Candela Rodríguez generó una gran campaña de búsqueda tras su desaparición pero, tras nueve días de cautiverio, la nena de 11 años fue encontrada por una cartonera. Estaba muerta, tirada en un basural, a 30 cuadras de su casa. Tan fuerte resultó la noticia que el cuerpo no fue levantado hasta que Scioli llegó al lugar. Las Pericias posteriores dirían que la nena había estado viva hasta unas pocas horas antes.

Llegó a haber ocho detenidos. "Hubo un ajuste de cuentas no convencional" contra el padre de Candela, dictaminó el juez Alberto Meade. Cuando parecía que la causa podía llegar a un delincuente con vínculos policiales, se paralizó.

En abril de 2012, la causa llegó a la Cámara de Apelaciones de Morón. Esta la declaró nula y ordenó la libertad de todos los acusados. Apartó al fiscal -por "forzar la interpretación de la prueba"- y al juez, a quien acusó de "haberse apartado del rol de imparcialidad". El expediente volvió a fojas cero.

Herida de muerte, la investigación recayó en otro fiscal, Mario Ferrario, quien en marzo de 2014 volvió a pedir la detención de cinco de los acusados y los elevó a juicio oral. Sólo tres llegarán a esa instancia, a partir del 6 de febrero próximo: Hugo Bermúdez (habría facilitado una casa donde habría estado la nena), Leonardo Jara (habría hecho el llamado amenazante a la madre) y Fabián Gómez (habría hecho "inteligencia" frente a otro lugar de cautiverio).

 Los dos acusados restantes, el carpintero Fabián Altamirano y Gladys Cabrera (habrían facilitado un aguantadero), están resistiendo con apelaciones. La hipótesis de la Fiscalía: una venganza contra el papá de Candela por cuestiones ligadas a la "piratería del asfalto".

Su crimen está impune y, aunque el juicio oral por el caso empezará en apenas 9 días, esa situación no cambiará. La verdad detrás de su muerte, internas entre narcotraficantes, venganzas entre policías corruptos y encubrimiento oficial al más alto nivel, no saldrá a la luz en el debate.

(Fuente La Nación) Rolando Barbano