Policiales
Crimen de Agustina Fernández: la mamá de la joven cuestionó la versión del amigo
“Mi hija se defendió de una cara conocida”, aseguró Silvana Cappello sobre el relato de Pablo Parra, dueño de la casa de Cipolletti donde asesinaron a su hija.
El asesinato de Agustina Fernández conmueve a Cipolletti (Río Negro) y a Santa Rosa (La Pampa), de donde era originaria la estudiante de medicina. La Justicia maneja la hipótesis principal de un homicidio en ocasión de robo, aunque no se descartan otras líneas de investigación. En ese contexto, la mamá de la víctima se refirió a la versión de Pablo Parra, el amigo y dueño de la casa donde ocurrió el crimen.
“Lo que te puedo decir es que él no la quería como la quiero yo. Actuó de una manera que no logro entender”, expresó Silvana Cappello en diálogo con TN. “Yo no estoy culpando a nadie. La Justicia ya se encargará de decirnos la verdad, pero hay cosas que no me cierran”, dijo.
La mujer apuntó que Parra está libre “porque no tienen pruebas contra él”, aunque abrió la posibilidad de que su hija conociera al asesino. “Mi hija se defendió de una cara conocida. Tenía su mano izquierda destrozada. Y no se entiende la brutalidad si fue un robo”, afirmó.
“Él dice que llega y la encuentra a mi hija convulsionando. Después va hasta la habitación y se da cuenta de que le robaron. Ve que le falta plata, ve que le falta ropa. Ve una escalera, un tender, una puerta abierta. ¿Todo eso sin gritar, sin pedir auxilio?”, reflexionó en medio del dolor.
La mamá dijo que la relación de su hija con el joven de 24 años “no era seria, a lo mejor tenían algo, pero no eran novios”, y que habían cenado juntos la noche anterior al crimen: Agustina (19) se había instalado en marzo en un monoambiente ubicado en el primer piso del mismo complejo de la calle Confluencia 1300. Estaba estudiando medicina en la Universidad Nacional del Comahue.
“Yo me entero de lo que pasó con mi hija porque él me llamó”, contó Cappello. Y agregó que, en medio de la conmoción, “ahí me dijo cosas que ya no podía entender. Lo que tardó en volver, o que haya dejado el teléfono cargándose”.
“Hoy nadie se va sin el celular. Cualquier persona lo enchufa 10 minutos y se va con un 15% en la carga, al menos. No sé, hay cosas que yo no manejo o no todos tenemos la misma lógica”, sostuvo sobre la versión de Parra.
“Yo salí a las 19.20, más o menos. Un vecino me vio salir y ya Agustina se encontraba en mi domicilio porque tenía que hacer algunas cosas. Vine a lo de mi viejo a dejar una parrilla, estuve hablando con él y, cerca de las ocho de la noche, me fui a la heladería Grido”, relató Parra.
El joven indicó que se demoró cerca de una hora y que, al volver, se topó con el horror. “La encontré temblando, convulsionando. Inmediatamente, avisé a los vecinos e hice la denuncia”, mencionó en declaraciones a Radio LU19.
En virtud de las pericias que maneja la UFT 1 de Delitos contra las Personas de Cipolletti, a cargo de Martín Pezzetta, el joven por ahora no es sospechoso, aunque fuentes del caso reconocieron a TN que no se descarta su posible participación en el hecho.
“Probablemente, haya cosas que no pueda entender nunca. Para él, Agustina era una chica más. Para mí, era mi primer sol”, concluyó la mamá.
Difunden el identikit de un sospechoso
El Ministerio Público Fiscal de Río Negro difundió el identikit de un hombre que podría estar vinculado con el crimen de la estudiante de medicina. El sospechoso “se habría encontrado en cercanías del lugar del crimen en el horario en que se produjo el ataque, por lo cual resulta de suma urgencia y relevancia ubicarlo para avanzar en distintas diligencias procesales”, señalaron desde el organismo.
La fiscalía examinó decenas de imágenes en cámaras de seguridad de la zona, aunque las que rodeaban al complejo donde ocurrió el crimen no funcionaban.
“Si bien se tienen detalles de las características del hombre – altura, fisonomía y señas particulares – no ha podido ser individualizado fehacientemente hasta el momento, es decir, se desconoce su nombre, apellido, edad exacta, ocupación y demás datos filiatorios”, indicaron.
Según la información con la que se cuenta hasta el momento, el hombre tendría “entre 20 y 30 años, mide entre 1.60 y 1.70 metros, es de tez blanca y cabellos oscuros”.
“La característica más particular es que cuenta con una serie de tatuajes en el rostro y en sus manos. En sus cejas un tatuaje que se puede describir como un número 10, sumado a otros similares a cruces. En sus manos tiene una serie de dibujos entre los que se destacan las letras que conforman la palabra ‘ROCK’ en sus dedos”, detalló el MPF.
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