Creer o reventar: crean una tráquea con una impresora 3D y le salvan la vida a un bebé
Doctores de un hospital de Michigan diseñaron una pieza biodegradable para curar a un niño de dos meses con problemas de respiración.
La ciencia y la medicina evolucionan a pasos agigantados. En este caso, los médicos de un hospital de Michigan (Estados Unidos) y una impresora 3D crearon una tráquea que le salvó la vida a un bebé de dos meses, Kaiba Gionfriddo.
El niño sufría constantes ataques de corazón porque tenía traqueobroncomalacia, que impide que el oxígeno llegue a los pulmones por un problema de la tráquea. Para resolver este problema, los médicos no podían perder más tiempo y decidieron imprimir una copia de un tubo traqueal basado en una imagen topográfica de la vía respiratoria del niño.
En un solo día imprimieron 100 tubos diminutos, utilizando láseres guiados por computadora para apilar y fusionar delgadas capas de plástico en varias formas y tamaños. La reproducción 3D se hizo con un material lamado policaprolactona, que es bioabsorbible por el cuerpo humano en un lapso de tres años, por lo que nunca se necesitará otra intervención quirúrgica para ser retirada la pieza.
Tras insertar el tubo, los doctores mantuvieron al bebé con respiración asistida durante 21 días, y luego abandonó el hospital. Hoy, a un año y medio del implante, no se ha presentado ningún problema de rechazo ni de respiración.
Según afirmaron los médicos, para cuando la pieza se elimine naturalmente, los pulmones del niño y sus vías respiratorias ya se habrán desarrollado lo suficiente como para mantenerse abiertos por sí mismos.
Las impresoras en tres dimensiones ocupan un lugar cada vez más importante en la medicina, aunque todavía tienen grandes limitaciones. En un principio, se emplearon para diseñar materiales sólidos convencionales destinados al diseño de prótesis a medida para implantes.
Ahora se utilizan para el diseño de objetos con material biológico, como el polímero biodegradable empleado en la intervención para reproducir el fragmento de tráquea que le faltaba al paciente.
Los investigadores confían en que, en un futuro no tan lejano, se puedan crear órganos artificiales mediante este método.