Cosas que dicen los políticos cuando se les suelta la cadena
*Por Julio Blanck. Cuando el corazón bombea a más de 120 pulsaciones por minuto suele aflorar en las personas lo que la buena educación y el deber ser se ocupan de mantener a raya.
Lo mejor de cada uno, y algo de lo peor también. A los deportistas el pulso se les acelera en el esfuerzo físico; a los ciudadanos comunes cuando las injusticias cotidianas, la burocracia o el infierno del tránsito los sacan de sus casillas; y a los políticos cuando las definiciones en la lucha por el poder se vuelven inminentes, por ejemplo cuando empieza, como ahora, el tiempo electoral.
Los tipos se desbocan, se les suelta la cadena y dicen muchas veces lo que se piensa pero no conviene difundir.
El caso más cercano es el de la electa gobernadora de Catamarca, Lucía Corpacci, que bajo la emoción política de la victoria se despachó con una reivindicación de Ramón Saadi, pariente suyo, a propósito del recordado crimen de María Soledad Morales que derivó en el derrumbe de esa dinastía provincial. Dinastía que, se sospecha ahora claramente, acaba de ser repuesta en el poder a través de la doctora Corpacci con el apoyo de casi la mitad de los votantes. Hay quienes creen que si la candidata hubiese transparentado su pensamiento sobre el crimen de María Soledad antes de la elección jamás se habría transformado en gobernadora electa. Eso, con todo respeto, es un falta de consideración hacia los catamarqueños, que saben muy bien qué votan y tienen los gobiernos que se supieron dar.
En Catamarca nadie se privó de nada. Ramón Saadi insistió en minimizar el crimen de María Soledad que labró su desgracia: "esto fue un tema de índole pasional, es todo una fábula", sostuvo. Y el derrotado gobernador radical Eduardo Brizuela del Moral se despachó con un original "fue casi un empate técnico" la elección que perdió por cuatro puntos. ¿Nadie le dijo que el empate técnico se puede dar en las encuestas, pero que cuando se vota hay perdedores y ganadores?
Con la calentura electoral encima Mario Das Neves, precandidato a presidente y gobernador del Chubut, que hoy elige a su sucesor, avisó: "si no gano, me retiro". Das Neves, referente del Peronismo Federal, propone votar por Martín Buzzi. Allí el Frente para la Victoria lleva como candidato a Carlos Eliceche. Parece que la elección de hoy en Chubut viene chiva. No sea cosa que alguien deba arrepentirse de alguna promesa inoportuna. A propósito, el kirchnerista Eliceche sacó pasaporte para entrar al Paraíso oficialista cuando dijo "si pierdo, pierdo yo; pero si gano, la que gana es Cristina". ¿Le pedían tanto?
Mario Meoni, intendente radical de Junín y uno de los pocos entusiastas que le quedan a Julio Cobos, se desfogó contra Alfonsín: "Ricardo tiene un problema con el tiempo, cree que estamos en 1983 y que él es Raúl, pero estamos en 2011 y es Ricardo". Se ve que viene tranquila la interna.
La que volvió al escenario con todas las luces es Elisa Carrió, decidora inigualable por forma y por sustancia. Reapareció y ametralló: "A los rejuntados, los ladrones y los mentirosos se los lleva el viento, lo construido sobre roca permanece y nuestra fuerza política es esa roca que va a reconstruir la Argentina después de octubre". ¿No es genial? Claro, votarla ya es otra cosa.