Coronavirus y aislamiento social: miedo, fobias y pensamientos negativos, ¿cómo sobrellevarlos y evitarlos?
Los argentinos, como la población de gran parte del mundo, está atravesando un momento que jamás hubiera imaginado. ¿Cómo hacemos para soportar el encierro cuando la mente ya está agotada?
Vivíamos en una vorágine. Estábamos adaptados a ella. Al parecer, éramos felices en medio del caos y del estrés diario porque eso nos aseguraba que estábamos en un mundo “normal”. Pero de golpe, un día nos dijeron que no podíamos salir a la calle para casi nada. Que ya no celebraríamos ningún evento, que el mate con amigos se había terminado y que nuestros hijos ya no podían visitar a sus abuelos. El alivio llegaba de la mano de que sólo serían 14 días. Pero esos 14 días pasaron y se convirtieron en dos semanas más. Al cumplirse esas dos semanas, se rumoró que la famosa “cuarentena” se iba a extender once días más. Oficialmente, se anunció que serían 14 días más. Y ahí el desánimo se hizo presente incluso en los más optimistas.
Frases como “Ya no aguanto”, “No sé qué más hacer”, “Estoy harta/o de hacer filas para comprar en el supermercado” o “Ya no se ni qué ver en Netflix”, se escuchan cada vez más y están asociadas con otras frases más esperanzadoras como “Cuando nos volvamos a ver…”, “Ya vamos a festejar con todo…”, “Los mates que nos vamos a tomar…”, que hacen que la vida, se vuelva un poquito más liviana en el día que nos pesa tanto el encierro y sobre todo, el estar separados de nuestros seres queridos.
Al respecto, Natalia Barrera, quien es coach y creadora del método “Alquimia Femenina”, conversó con InfoVeloz, para explicarnos por qué debemos evitar las emociones negativas que, a veces inevitablemente, aparecen por estos días tan extraños y que puede influir en nuestro sistema inmunológico.
“Cada vez que sentimos una emoción sea cual sea, es debido a que recibimos una información del exterior en base a una interpretación subjetiva, por eso frente a una misma situación varias personas pueden ‘percibirlo diferente´, pues la ‘realidad’ es diferente para cada persona”, explica Barrera para introducirnos al tema.
“A través de nuestros sentidos (vista, oídos, etc) percibimos nuestra realidad, y de ahí nace los pensamientos liberan una química específica a nuestro cuerpo físico que nosotros llamamos ‘emociones’. Las emociones se contagian al igual que el bostezo, esto sucede por las neuronas espejos las cuales son fundamentales para el aprendizaje”, continúa.
Y asegura: “Estas neuronas se activan desde el nacimiento y nos permiten desde bebés imitar los movimientos de los adultos e ir aprendiendo. Por tanto, son la base de la capacidad innata de imitación. Estudios neurocientíficos afirman que las neuronas espejo no solo se restringen a la simulación de las acciones motoras, si no que consideran que también están implicadas en el proceso de simulación de las intenciones de los demás; es decir, que son útiles para inferir las intenciones de otras personas. De hecho, se ha apreciado que algunas zonas del cerebro vinculadas a las emociones se activan como si nosotros las experimentáramos cuando vemos a otras personas vivenciándolas.”
“Todas las emociones se pueden contagiar. Es por eso que muchas veces cuando escuchamos a una persona quejarse o con una actitud pesimista ante una situación, nos sentimos sin energía y cabizbajo, en cambio podemos sentirnos completamente diferentes cuando estamos con personas con un estado más positivo ante la vida, ya que nos trasmiten energía y optimismo”, remarca Natalia que también es directora de la “Escuela Nefer”.
Natalia Barrera.
Natalia, ¿cómo influyen las emociones negativas en nuestro sistema inmunológico?
"El miedo, la preocupación y el estrés constante debilitan nuestro sistema inmunológico. Tenemos más de 60.000 pensamiento diarios, si predomina la tendencia a pensar negativamente, esos pensamientos se van acumulando convirtiéndose prácticamente en veneno para nuestras células. Esto quiere decir que cada instante de nuestra vida estamos eligiendo, consciente o inconscientemente, pensamientos saludables o poco saludables y estos pensamientos, sin duda, terminan afectando nuestro organismo.
Cuando nos sentimos impotentes, temerosos y frustrados de manera reiterada, el cerebro comienza a liberar hormonas como el cortisol, noradrenalina y adrenalina que terminan alterando nuestra biología y la capacidad de razonamiento. Cuando esta química de estrés prevalece durante mucho tiempo, el mismo cuerpo intenta 'enfermarse' para relajarse. Pues si tengo miedo a enfermarme y estoy todo el tiempo pensando en una posible amenaza que no llega, una vez que sucede uno se relaja.
Al enfocarnos en el miedo atraemos más de eso, un ejemplo sería: cuando quieres comprar un auto en particular comienzas a verlo por todos lados.El auto siempre estuvo ahí pero tu atención no estaba focalizada en eso, ya que no vemos todo lo que ocurre, sólo somos conscientes de una parte de la realidad, a la que le prestamos más atención."
"El problema es que nuestra mente tiene más a pensar en negativo que en positivo, es una función de supervivencia básica y esa es la razón por la cual miramos noticias ‘para prever posibles amenazas’, el problema es que las noticias son nocivas para la salud cuando son en exceso. Aunque creemos que solo nos mantienen informados, la realidad es que los diarios y la tv tienden a poner el foco en lo negativo y peligroso. El abuso de noticias es tóxico para nuestro cerebro y lo peor de todo es que no tienen una utilidad práctica, un buen consejo sería mirar menos noticias. Especialmente si somos de estresarnos con facilidad”, detalla.
¿Cómo se activan nuestros pensamientos negativos?
Se activan a través de nuestros sentidos. Nuestra manera de percibir el mundo tiene que ver con nuestra manera de pensar. Pensar negativamente es observar el mundo desde la necesidad (la preocupación, la falta, carencia), básicamente es el hábito de la queja. Estudios neurocientíficos revelan que los pensamientos negativos pueden dañar las estructuras neuronales que regulan las emociones, la memoria y los sentimientos. Los pensamientos negativos se activan con la queja reiterada, la preocupación, aunque sea hipotética nuestra y del entorno, pues las emociones se contagian “dime con quién andas y te diré quién eres”, “Dime qué información consumes y te diré cómo te sentirás”.
Debemos elegir qué ver, qué escuchar y con quienes relacionarnos, si queremos tener una vida saludable y positiva. Que nos entusiasme a vivir la vida, en vez de tener miedo de vivir.
¿Cómo podemos sobrellevar el estrés que nos genera la incertidumbre sobre cuándo va a terminar el aislamiento?
La mejor manera de evitar el estrés frente a la incertidumbre es enfocándonos en cosas positivas que nos aporten optimismo a la hora de imaginar el futuro. Tenemos un cerebro programado para sobrevivir y pensar en negativo y estresarnos es lo automático en cada ser humano, por eso tenemos que ser positivos, aprovechar este tiempo para aprender cosas nuevas, invertir en nosotros mismo o tener ideas nuevas para nuestra profesión o trabajo. Es muy importante la creatividad y empezar a amigarnos con internet, ver si podemos llevar nuestro trabajo a un nivel cibernético y abrimos a nuevas propuestas que pueden abrirnos oportunidades frente a una posible crisis financiera.
Para el caso de quienes sufren fobias, ¿cómo las manejan? Sobre todo aquellas relacionadas con el encierro y/o la soledad
La ansiedad, las fobias y los miedos excesivos nacen de opresiones emocionales. Nos cuesta mucho decir lo que sentimos y muchas veces frente a situaciones ‘estresantes’ nos tragamos todo, y al tiempo nacen las famosas fobias o trastornos de ansiedad. Hablar es la mejor solución, si podemos con un profesional mejor, si no podemos aprovechar a escribir en un diario íntimo como nos sentimos, tratar de ‘preguntarnos´ a nosotros mismos de dónde vienen estas emociones, encontrar la historia detrás de lo que nos pasa. Darnos cuenta del origen nos da mucha satisfacción, practicar meditación o aprovechar un análisis gratuito de algún coaching puede ser beneficioso (hoy muchas personas están dando asesoramiento gratuito, brindando herramientas simples y prácticas para empezar a gestionar nuestras emociones). Desde la alquimia puedo darles un tip: recuerden que nuestros sentiMIENTOS ‘nos mienten’, nacen de las interpretaciones que hace nuestra mente podemos bajar este nivel de estrés a través de la respiración: inhalo en tiempo de 4 (por nariz) retengo, y luego exhalo por nariz en tiempo de 6. Las exhalaciones nos relajan, y recordar respirar baja los niveles de ansiedad.
Respecto a las fobias, ¿se puede llegar a desatar alguna en personas que antes de la pandemia no la sufrían?
El miedo al futuro puede tomar muchas formas, pero ir eso tenemos que recordar que hacernos la cabeza con ideas pesimistas no sirve de nada, depende de nosotros ser optimistas, tenemos que pensar en OPCIONES y no en limitaciones, aprender a reinventarnos y crear un plan B frente a la crisis. Estar encerrados, aislados y no saber cuándo “va a terminar” hace que nos enredemos en el pesimismo, tenemos que salir de ahí consumiendo noticias que nos hagan bien, por eso aprovechemos esta instancia para conocernos a nosotros mismos, para pensar ideas nuevas y renovarnos.
Y por último, ¿cómo vamos a quedar luego de que todo pase?
Muchos se habrán reinventado, la cuarentena nos habla de vacío y limpieza, y es probable que la visión de la vida sea diferente. Vamos a valorar más el contacto, la vida, el trabajo y eso es maravilloso. Otros van a tener una actitud pesimista, porque se dejaron invadir por el miedo y no aprendieron a gestionarlo entonces tendrán una actitud de queja y pesimismo, lo que les llevará a ver esa realidad. Todos sabemos que estamos ante una gran transformación, pero depende de cada uno que esa transformación sea positiva o negativa.
Frente al cambio tenemos dos caminos, el miedo o la oportunidad. El miedo nos paraliza y nos deja a la espera. La oportunidad nos lleva a estar activos, y aunque estemos en cuarentena estamos trabajando creando algo nuevo, mejorando o aprendiendo. El tiempo es vida, no lo malgastemos.
"Aprovechemos este encierro para aprender cosas nuevas, escucharnos a nosotros mismos y enfrentar nuestros miedos. La mente nos hace ver los miedos muy grandes, no tenemos que permitir que nos frenen. Ahora tenemos que sacar el héroe que todos llevamos dentro y reinventarnos creando una nueva versión de nosotros mismos que gente a la crisis ve la oportunidad”, cierra Natalia Barrera, dándonos alivio para atravesar los días que restan.
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