Coronavirus: se espera el pico de casos en mayo y Alberto Fernández arma el plan de contención en la Ciudad y el conurbano
El presidente ya tiene un mapa con las probables zonas calientes de la pandemia y ajusta los detalles logísticos para tener suficientes recursos médicos.
En la intimidad de la quinta de Olivos, adonde cumple con su cuarentena obligatoria, Alberto Fernández explicó que tiene en cuenta dos probabilidades científicas y una definición ética para enfrentar a la pandemia que arrasa al planeta: el pico de coronavirus será en mayo, el 70 por ciento de los posibles contagiados viven en la Capital Federal y el conurbano bonaerense, y la batalla sanitaria “incluye a todos sin distinción de color político”.
Las probabilidades científicas mencionadas en Olivos implican que el Presidente está montando un dispositivo sanitario que es inédito para la Argentina. Alberto Fernández tiene un mapa con las zonas probables de impacto de la pandemia, sabe cuántas camas necesita para principios de mayo, qué cantidad de reactivos (para los test) tiene que estoquear y el número probable de respiradores que debería sumar para dar asistencia a los contagiados más graves durante el pico de la pandemia.
El presidente espera llegar a los 1300 respiradores, entre los que se tienen y los que pueden obtenerse por donaciones.
Las relaciones políticas entre Alberto Fernández y los intendentes de la oposición fluyen. El Presidente le pidió a Jorge Macri (Vicente López), Néstor Grindetti (Lanús) y Diego Valenzuela (Tres de Febrero) colaboraciones puntuales vinculadas a consolidar la cuarentena obligatoria, y la respuesta fue inmediata y de la mejor manera.
Jorge Macri ayer elogió las decisiones presidenciales respecto a la pandemia, y en las redes sociales le cayeron sin piedad. Al caer la tarde, el intendente de Vicente López le escribió al presidente comentando las agresiones en Twitter. Alberto Fernández le respondió al instante: “No te preocupes, estás haciendo bien las cosas. Tomalo como un reconocimiento”.
El jefe de Estado relativiza la polémica sobre los “500 médicos cubanos” que supuestamente llegarán a la provincia de Buenos Aires. Alberto Fernández explicó en Olivos que no son médicos, y que sólo en Cuba los llaman “médicos generalistas", porque en realidad su capacidad profesional no excede al conocimiento de un enfermero especializado. Fue una idea del gobernador Axel Kicillof que desea reforzar su sistema de emergencia sanitario a costo cero.
Alberto Fernández considera que la estrategia más eficaz para aplanar la curva de la pandemia es la cuarentena obligatoria. Y no para de cuestionar a los cientos de turistas que decidieron fugar hacia la Costa para esquivar una obligación legal que tiene fundamentos sanitarios. De hecho, el presidente adelantó la cuarentena cuando vio por televisión que las rutas a Mar del Plata y Pinamar estaban atestadas de autos, micros y camionetas.
En este contexto, el presidente llamó a los intendentes de Vicente López, San Isidro, Tres de Febrero, Morón, Tigre y Ezeiza para que pusieran retenes en las salidas de sus distritos hacia la Panamericana, Richierri y el Acceso Oeste. Fue una muestra más de colaboración pública y apoyó político: esos retenes permitieron que el tránsito bajara muchísimo.
Sin embargo, Fernández también advirtió a Alejandro Granados, intendente de Ezeiza, por las barricadas con tierra que colocó en algunos accesos a su ciudad, debido a que complican el abastecimiento de alimentos a la zona.
Alberto Fernández ya empezó a definir cuánto tiempo más extenderá la cuarentena obligatoria. Todo se medirá sobre la curva de posibles contagiados y el probable pico de la pandemia que sería a principios de mayo.
En esta decisión no tomará en cuenta razones económicas. “Elijo la salud. La economía se puede arreglar. Lo que no se puede arreglar es la salud de los argentinos”, aseguró el presidente cuando Infobae lo consultó sobre la duración de la cuarentena y su impacto sobre la situación económica causada por la pandemia.
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