Coronavirus: más de tres millones de alumnos vuelven a las clases presenciales en la provincia de Buenos Aires
No asistían desde abril. Así fue anunciado por el gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof. Protocolos, burbujas, medidores de dióxido de carbono, las claves del regreso a las aulas.
Después de casi dos meses, este miércoles más de tres millones de estudiantes volverán a tener clases presenciales en los distritos bonaerenses que conforman el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA). Protocolos, burbujas, medidores de dióxido de carbono y turnos de vacunación para los docentes, entre las claves del regreso a las aulas del conurbano.
Las clases presenciales habían sido suspendidas el 19 de abril pasado. El retorno de la presencialidad fue anunciado la semana pasada por el gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof, al filo del vencimiento de otro DNU presidencial con restricciones por la pandemia del coronavirus.
En los días previos al anuncio, el gobierno bonaerense anticipaba que las clases presenciales continuarían suspendidas y lanzaba críticas al jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, por mantener abiertas las escuelas.
El gobernador Kicillof justificó el repentino cambio de posición en un “marcado descenso” de casos de coronavirus, por el cual el área metropolitana AMBA dejó de ser zona de “alarma epidemiológica”. En la decisión -que sorprendió incluso a la Casa Rosada-, también pesó la evaluación política sobre los costos de mantener los colegios cerrados cuando, del otro lado de la General Paz, continuaban funcionando.
La decisión del gobernador bonaerense fue respaldada -aunque no sin fisuras internas- por el gremio docente más grande la Provincia, Suteba, que sin embargo pidió una planificación cuidada, avanzar con la vacunación y protocolos estrictos.
Son 3.500.000 los alumnos de nivel inicial, primaria y secundaria que volverán a las clases presenciales en los municipios del conurbano bonaerense. El jefe de gabinete bonaerense, Carlos Bianco, dijo este martes que “la vuelta a las clases presenciales se llevará adelante de la manera más cuidada posible” y destacó fundamentalmente dos medidas.
Con una inversión de $622 millones, se distribuyeron 33.000 dispositivos medidores de dióxido de carbono (CO2) a las más de 11.000 escuelas de gestión estatal. El objetivo es regular el nivel de apertura de las puertas y ventanas necesario para una adecuada ventilación que mitigue el riesgo de contagio.
Asimismo, se extenderá el Plan de vigilancia epidemiológica activa en las escuelas, a través del cual los equipos de salud realizarán testeos muestrales aleatorios a docentes y auxiliares para la detección de casos asintomáticos.
En paralelo, el fin de semana pasado, el Gobierno bonaerense distribuyó finalmente los turnos de vacunación para la totalidad de docentes y auxiliares inscriptos que aún no habían recibido su primera dosis. Hasta este martes, el 68,14% (356.382) del personal de educación recibió al menos una dosis.
El Ejecutivo bonaerense comunicó que la vuelta a las aulas se dará “con el estricto cumplimiento de las medidas establecidas en el Plan Jurisdiccional con el que se inició el presente año lectivo”.
El Plan Jurisdiccional establece una adecuada ventilación de los espacios que habiten estudiantes y docentes y la concurrencia a través de “burbujas”, es decir, una semana concurre al establecimiento la mitad de un curso y la siguiente los alumnos cursan desde sus casas, de manera virtual.
Continuará siendo obligatorio, se informó, “el uso correcto de tapaboca en todo momento, los agrupamientos de estudiantes para respetar el distanciamiento requerido, los ingresos y egresos escalonados para evitar la concentración de personas y la alternancia de clases presenciales y no presenciales”.
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