Sociedad
Coronavirus: hay récord de ocupación de camas de terapias intensivas y se teme por una tercera ola
En Argentina hay 7895 internados en camas críticas, se trata del número más alto de la pandemia. En el AMBA hay un descenso pero la situación se agravó en el interior.
Aunque hay una baja en el número de contagios, y a que la Ciudad, la provincia de Buenos Aires y algunas jurisdicciones del Interior mejoraron sus indicadores epidemiológicos y sanitarios, la segunda ola todavía de coronavirus continúa pegando fuerte. Si bien este sábado los números fueron más bajos, se registró un nuevo récord de ocupación de camas de terapia intensiva a nivel nacional. Y el país sigue en el tercer puesto del ranking global de pacientes graves, por detrás de la India y Brasil.
Según el último reporte del Ministerio de Salud, el más sensible de los indicadores sanitarios alcanzó el 78,1% en la nación, el mismo porcentaje al que había llegado el martes y un punto por debajo en relación al jueves, aunque con una cifra récord de pacientes covid: 7895. En contrapartida, se mantiene una tendencia a la baja -aunque todavía en un índice elevado- en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA): 75,5%.
Animado por un arribo más sostenido de dosis y una aceleración del ritmo de vacunación, el plan nacional para inmunizar a la población adquirió un impulso mayor en los días. Sin embargo, no parece suficiente para contener la etapa más furibunda de la pandemia: en la última semana se registró el número más alto de muertes diarias, y la Argentina se ubica actualmente en el tercer lugar a nivel mundial en cantidad de fallecimientos por millón de habitantes, detrás de Paraguay y Uruguay, respectivamente.
Mientras tanto, los epidemiólogos que asesoran al Gobierno nacional insisten con la posibilidad de una tercera ola a partir de la llegada del invierno.
El escenario en el Interior del país
Salvo Salta, Jujuy y Chaco, que todavía se encuentran en rojo en los dos indicadores epidemiológicos (tasa de incidencia y factor de reproducción R0) a los que el Gobierno mira con atención, hubo distritos que en los últimos días lograron una desaceleración de la velocidad de propagación del virus. Además del AMBA, es el caso de Corrientes, Formosa, La Pampa, Neuquén, Santa Cruz y Tierra del Fuego.
Sin embargo, el grueso de las provincias mantiene un elevado promedio diario de casos, lo cual sigue afectando a zonas con una alta densidad poblacional, como Córdoba (cierra la semana con una media de 3888 positivos, más del doble que CABA) y Santa Fe (2208). Y preocupa el caso de Mendoza, donde el ritmo de contagios exhibió un crecimiento durante los últimos días.
Pero la realidad más preocupante reside, nuevamente, en las terapias intensivas: la ocupación supera el 90% en las provincias de Santa Fe, Corrientes, Entre Ríos, Río Negro, Neuquén y San Juan, mientras que Córdoba (más del 85%) se va acercando a esa cifra.
En el AMBA, entretanto, el índice de ocupación UTI mantiene un descenso lento, aunque constante tras el pico (77,9%) de fines de abril. Este sábado, el gobierno porteño reportó a TN.com.ar un 71,7% en el sistema público, cuando -según informaron- la semana pasada era del 75,6%.
Desde la Ciudad indicaron que la cantidad de internados sigue en el mismo número que hace unos días: 416. Y que el porcentaje se redujo debido a que en los hospitales porteños se agregaron 30 camas y hay 580 destinadas a las UTI, de las cuales, hasta las últimas horas, 416 estaban ocupadas.
¿Tercera ola?
En la última semana, el comité de expertos que asesora al Gobierno nacional advirtió sobre la posibilidad de una tercera ola. Y sugirieron fraccionar las vacaciones de invierno, algo que desde la Ciudad de Buenos Aires descartaron de plano. “No estamos de acuerdo con los epidemiólogos”, afirmó este sábado Soledad Acuña, ministra de Educación de CABA, en declaraciones a CNN Radio.
En diálogo con TN, especialistas sostuvieron que la llegada de una tercera ola es una posibilidad latente. “El riesgo está, teniendo en cuenta que el virus circula mejor a bajas temperaturas, que la gente se encierra más durante el invierno y que cuesta mantener la ventilación, algo fundamental para evitar la aerosolizacion del virus”, explicó Bárbara Broese, jefa de Epidemiología del Municipio de San Isidro.
“Depende, en primer lugar, de cómo avance la inmunización. Y en segundo lugar, de que no se relajen las medidas y aumenten aún más los testeos, que si bien hubo un incremento en ese sentido, continuamos con un índice de positividad muy alto, lo que nos habla de que no estamos llegando a testear a los casos leves o asintomáticos”, desarrolló la médica. Y concluyó: “El problema de una tercera ola sería que arrancaríamos desde una meseta alta y con ocupación de terapias intensivas récord”.
Carlos Di Pietrantonio, epidemiólogo y exdirector del Hospital Posadas, expresó: “Depende de dos cosas fundamentales: de las personas que sufren la enfermedad, y de la gente causal. En nuestro país, la población está al límite de la saturación. Y eso hace que la conducta social cambie. Hay una gran cantidad de jóvenes que no se han infectado. Creen que no les va a llegar nunca, y ese sentir los pone en riesgo”.
“Además vienen épocas más difíciles. La llegada del invierno hará que nuestros hábitos cambien. Ambientes más cerrados, calefacción. Y el frío nos afecta y produce afecciones broncopulmonares”, acotó.
El especialista advirtió que la aparición de nuevas variantes del virus pueden influir. “Yo le tengo más temor a esto que a otras cosas. La globalización de las enfermedades es real, existe, y las variantes que circulan en el exterior nos llegan con mucha rapidez. En virtud de esto, yo no estoy en condiciones de descartar una tercera ola. Ni una cuarta, ni una quinta”, subrayó.
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