Sociedad
Coronavirus: confirmaron doce casos positivos en un geriátrico de San Cristóbal
Las autoridades del lugar decidieron testear a todo el personal y a los residentes tras que dos empleados se infectaran con el virus chino.
Un geriátrico del barrio porteño de San Cristóbal registró doce casos de coronavirus, cinco negativos y otros cuatro que están siendo analizados. Las autoridades decidieron testear al personal y a los residentes luego de que a comienzos de mayo dos empleados dieran positivo.
El luga r es la institución San Francisco de Asís, ubicada en Carlos Calvo al 2900. Allí, el 4 de mayo fue detectado el primer positivo y, por protocolo, se dio aviso a las autoridades de la Ciudad de Buenos Aires, mientras que el paciente fue aislado y trasladado a una clínica del centro.
Luego, se hizo el mapeo de contactos estrechos y personal sanitario porteño se acercó a inspeccionar la residencia. En ese momento, se aislaron a dos personas más que habían estado con el infectado y, días más tarde, una de ellas también dio positivo.
El 27 de mayo, los responsables de esta residencia informaron al Gobierno porteño que iban a realizar algunos testeos preventivos de manera privada. El resultado arrojó esta docena de positivos que podría ser más cuando se terminen de analizar todas las pruebas.
Entre los positivos hay residentes y personal del geriátrico: todos fueron aislados y están en tratamiento. También, se procedió a la desinfección de las instalaciones. Desde el geriátrico aseguran que se siguieron todos los protocolos vigentes.
Cabe recordar que el primer gran contagio masivo que se dio en la Ciudad de Buenos Aires fue en un geriátrico de Belgrano y, considerando que los adultos mayores forman parte del grupo de riesgo para COVID-19, el Gobierno porteño puso dentro de los espacios críticos con prioridad a las instituciones cerradas.
En un momento, hasta se habló de testear a todos los trabajadores de los geriátricos, pero el aumento exponencial de casos en los barrios vulnerables hizo que las autoridades sanitarias de la Ciudad debieran desviar la mirada hacia esas zonas para intentar controlar la propagación.
Entre tanto, en varias residencias de adultos mayores el personal se organizó para trabajar 15 días seguidos y que no haya tanta rotación de personal, se prohibieron las visitas y se evita que los médicos y personal externo mantenga contacto con los residentes, a menos que necesiten ser revisados.
El luga r es la institución San Francisco de Asís, ubicada en Carlos Calvo al 2900. Allí, el 4 de mayo fue detectado el primer positivo y, por protocolo, se dio aviso a las autoridades de la Ciudad de Buenos Aires, mientras que el paciente fue aislado y trasladado a una clínica del centro.
Luego, se hizo el mapeo de contactos estrechos y personal sanitario porteño se acercó a inspeccionar la residencia. En ese momento, se aislaron a dos personas más que habían estado con el infectado y, días más tarde, una de ellas también dio positivo.
El 27 de mayo, los responsables de esta residencia informaron al Gobierno porteño que iban a realizar algunos testeos preventivos de manera privada. El resultado arrojó esta docena de positivos que podría ser más cuando se terminen de analizar todas las pruebas.
Entre los positivos hay residentes y personal del geriátrico: todos fueron aislados y están en tratamiento. También, se procedió a la desinfección de las instalaciones. Desde el geriátrico aseguran que se siguieron todos los protocolos vigentes.
Cabe recordar que el primer gran contagio masivo que se dio en la Ciudad de Buenos Aires fue en un geriátrico de Belgrano y, considerando que los adultos mayores forman parte del grupo de riesgo para COVID-19, el Gobierno porteño puso dentro de los espacios críticos con prioridad a las instituciones cerradas.
En un momento, hasta se habló de testear a todos los trabajadores de los geriátricos, pero el aumento exponencial de casos en los barrios vulnerables hizo que las autoridades sanitarias de la Ciudad debieran desviar la mirada hacia esas zonas para intentar controlar la propagación.
Entre tanto, en varias residencias de adultos mayores el personal se organizó para trabajar 15 días seguidos y que no haya tanta rotación de personal, se prohibieron las visitas y se evita que los médicos y personal externo mantenga contacto con los residentes, a menos que necesiten ser revisados.
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