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Coronavirus: aseguran que la cura estaría en una antigüa poción tradicional y se desató la polémica
La Academia China de las Ciencias generó una polémica al asegurar que el "Shuanghuanglian" podía "inhibir" la letal enfermedad.
Las autoridades científicas de China aseguran que para combatir el virus que tiene en vilo al mundo hay que utilizar un tradicional remedio basado en una poción medicinal a base de plantas y por supuesto, se abrió el debate.
La Academia China de las Ciencias aseguró que el "Shuanghuanglian" podía "inhibir" al letal patógeno, que ya causó más de 300 muertos y contagió a más de 14.000 personas en el país. Desde entonces, la gente se precipitó a las farmacias para comprarlo. Rápidamente, sin embargo, las redes sociales y la prensa pusieron en duda la eficacia del remedio.
El Diario del Pueblo, periódico oficial del Partido Comunista, advertía contra el uso de la farmacopea tradicional sin consultar a un médico, y la televisión nacional informó que el producto podía tener efectos secundarios. Pekín parece no obstante determinado a integrar la medicina tradicional en la lucha contra esta neumonía viral.
La muy oficial Academia de las Ciencias también hizo hincapié en las posibles virtudes de un herbáceo llamado "Fallopia japonica" que podía atenuar los síntomas de la enfermedad.
Varias decenas de especialistas en medicina tradicional figuran entre los 6.000 efectivos enviados como refuerzo en los hospitales saturados de Wuhan, la ciudad donde irrumpió el virus y puesta en cuarentena.
Todo ello reaviva el debate sobre la eficacia de la medicina china, de 2.400 años de antigüedad. Marc Fréard, miembro del Consejo académico francés de medicina china, considera que la farmacopea puede ayudar a reducir la fiebre o evacuar las mucosidades, dos síntomas de la neumonía viral. Pero recuerda a la AFP que algunos de estos remedios son de dudosa calidad. También explica que la medicina china no está sujeta a normas de eficacia científica, puesto que se basa en un tratamiento individualizado.
Durante la epidemia del SRAS (Síndrome Respiratorio Agudo Grave) en 2003, que mató a 774 personas en el mundo, en China se aplicaron tratamientos tradicionales asociados a medicamentos occidentales. Pero un estudio de la organización internacional Cochrane estableció en 2012 que esta combinación de tratamientos "no cambió" nada en la lucha contra la epidemia.
La Academia China de las Ciencias aseguró que el "Shuanghuanglian" podía "inhibir" al letal patógeno, que ya causó más de 300 muertos y contagió a más de 14.000 personas en el país. Desde entonces, la gente se precipitó a las farmacias para comprarlo. Rápidamente, sin embargo, las redes sociales y la prensa pusieron en duda la eficacia del remedio.
El Diario del Pueblo, periódico oficial del Partido Comunista, advertía contra el uso de la farmacopea tradicional sin consultar a un médico, y la televisión nacional informó que el producto podía tener efectos secundarios. Pekín parece no obstante determinado a integrar la medicina tradicional en la lucha contra esta neumonía viral.
La muy oficial Academia de las Ciencias también hizo hincapié en las posibles virtudes de un herbáceo llamado "Fallopia japonica" que podía atenuar los síntomas de la enfermedad.
Varias decenas de especialistas en medicina tradicional figuran entre los 6.000 efectivos enviados como refuerzo en los hospitales saturados de Wuhan, la ciudad donde irrumpió el virus y puesta en cuarentena.
Todo ello reaviva el debate sobre la eficacia de la medicina china, de 2.400 años de antigüedad. Marc Fréard, miembro del Consejo académico francés de medicina china, considera que la farmacopea puede ayudar a reducir la fiebre o evacuar las mucosidades, dos síntomas de la neumonía viral. Pero recuerda a la AFP que algunos de estos remedios son de dudosa calidad. También explica que la medicina china no está sujeta a normas de eficacia científica, puesto que se basa en un tratamiento individualizado.
Durante la epidemia del SRAS (Síndrome Respiratorio Agudo Grave) en 2003, que mató a 774 personas en el mundo, en China se aplicaron tratamientos tradicionales asociados a medicamentos occidentales. Pero un estudio de la organización internacional Cochrane estableció en 2012 que esta combinación de tratamientos "no cambió" nada en la lucha contra la epidemia.
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