Coronavirus: Argentina continuará usando la vacuna de Oxford a pesar de la prohibición en varios países de Europa
En el país no se registraron problemas como los denunciados en varios países de Europa, que dejaron de usarla. La campaña continúa con su curso normal y se espera la entrega de nuevas dosis.
Un lote de países europeos, entre los que se encuentran Italia, Noruega, Finlandia y Dinamarca, anunciaron una pausa temporal en la aplicación de la vacuna de AstraZeneca, elaborada con la Universidad de Oxford, luego de haber registrado casos graves de trombosis en pacientes que habían sido inoculados. El estudio no es concluyente y está bajo la lupa de la Agencia Europea del Medicamento (EMA).
El dato más alarmante es el de una persona fallecida en Dinamarca por los efectos adversos.
La medida se produce después de que Austria dejara de usar un lote de inyecciones, mientras investiga un fallecimiento por trastornos de la coagulación y un caso de embolia pulmonar.
La vacuna Astrazeneca/Oxford está basada en un vector viral no replicante (adenovirus de chimpancé) en cuyo genoma se inserta el gen que codifica la expresión de la proteína S (spike o espiga) del SARS-CoV-2.
En Argentina, por el momento, no hay evidencia científica que justifique una suspensión. “Todos estos puntos los evalúa la Comisión Nacional de Inmunizaciones (Conain) y aún no se expidió. Será ANMAT, autoridad regulatoria, quien determine una eventual medida”, le dice a Clarín Gabriel Battistela, subsecretario porteño de Atención Primaria, Ambulatoria y Comunitaria, en referencia a la vacuna que en Ciudad está siendo utilizada para inocular a mayores de 80 y residentes en geriátricos.
Al país, hasta el momento, llegaron 580 mil dosis de la Covishield / AstraZeneca y otro tanto se espera para los próximos días. A partir de abril, además, empezarían a arribar al país los 22,4 millones de dosis que se fabrican en Argentina y se envasan en México. Eso es lo que anunció y espera que pase el Gobierno.
“Todavía no existe información suficiente para vincular las dosis aplicadas con los problemas descriptos. Incluso, los países que más han empleado la AstraZeneca, como USA, aún no cuentan con informes oficiales. La responsable en el país de la Seguridad en vacunas es CONASEVA. Son ellos quienes deben analizar el tema”, subrayan en la Conain, organismo que se mantiene en permanente contacto con la OMS, OPS y ANMAT.
Desde el Ministerio de Salud de la Nación explicaron a Clarin que "se mantiene permanente comunicación con las agencias regulatorias tanto de otros países como el Anmat, atentos a la información de seguridad de las vacunas que surja".
La autoridad regulatoria europea (EMA) indicó en un informe que actualmente no hay indicios de que la vacunación haya causado estas afecciones, las cuales no se encuentran enumeradas como efectos secundarios, mientras se continúa revisando el tema
Desde el Ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires aseguran que no recibieron ninguna denuncia al respecto, la campaña sigue un curso normal, y que esperan nuevas dosis de Covishield (fabricada en la India con la tecnología del laboratorio AstraZeneca y Universidad de Oxford) para la semana que viene.
“Es probable que durante la etapa de vacunación masiva aparezcan efectos adversos que no estaban previstos. De todos modos, no queda claro si se trata de un lote defectuoso o de un efecto adverso propio de la vacuna”, sostiene Adolfo Rubinstein, ex ministro de Salud.
En sintonía, Mario Lozano, virólogo molecular y ex rector de la Universidad Nacional de Quilmes (UNQ), puntualiza: "Cualquier agente externo al cuerpo podría producir trombos (proceso de coagulación interna), pero hay que analizar si se produjeron como consecuencia de los componentes de la vacuna o si son producto de otros factores".
“Las trombosis son coágulos que se forman anormalmente dentro del sistema vascular venoso o arterial. No parece haber relación causal, por el momento, entre la vacuna de AZ y un exceso de eventos trombóticos en pacientes”, señala Martin Stryjewski, Jefe de Internación de CEMIC y miembro de la Comisión Directiva de SADI.
El mismo razonamiento sigue Rodrigo Quiroga, docente de la Facultad de Ciencias Químicas de la Universidad Nacional de Córdoba e investigador del Conicet: “Se tomó una precaución ante una sospecha, pero no parece haber relación teórica entre la vacuna y la inducción de trombos. La situación epidemiológica en los países nórdicos no es la misma que corren los de Sudamérica donde se aproxima el invierno y la prevalencia y circulación de variantes preocupa al sistema sanitario. Hay que contrarrestar el posible riesgo de efectos secundarios con el de no aplicar las vacunas”, resume.
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