Copa Davis: Nalbandian mejoró y despejó dudas
El cordobés, afectado por una hernia inguinal, realizó hoy dos sesiones exigentes dentro de una misma práctica y su desempeño generó optimismo con miras a la serie ante Rumania, a jugarse entre viernes y domingo próximos.
En ese sentido, si bien la presencia de David Nalbandian en la serie a jugarse en el estadio Mary Terán de Weiss del Parque Roca, por la ronda inicial del Grupo Mundial, no corría riesgos, recién hoy fue exigido a fondo tras una inactividad de dos semanas a raíz de la lesión que sufrió durante el ATP de Buenos Aires.
Nalbandian entrenó por espacio de una hora en la cancha central con Juan Ignacio Chela como oponente, en un partido exigente en el que se movió con soltura y, pese a la lesión, golpeó cómodo con su derecha y también con el revés a dos manos, aunque se lo observó demasiado errático.
Tal es así que el capitán argentino Modesto "Tito" Vázquez esperó el final de la sesión con Chela y llevó a Nalbandian a la cancha auxiliar número uno, en la que diagramó un ejercicio con Eduardo Schwank enfrente en el que la premisa fue pegar y pegar durante un minuto sin errar, y repitió ese movimiento durante media hora.
Respecto de la lesión, una fuente cercana al equipo de trabajo que conduce Vázquez, señaló "requerirá cirugía en el corto plazo", debido a que Nalbandian "siente dolor en la zona" y jugará solo por tratarse de la Copa Davis, un torneo que lo desvela y con el que históricamente se comprometió.
En el caso de que David decida operarse, afrontará una inactividad de entre "un mes y medio y dos meses", precisó la mencionada fuente.
Con Nalbandian (19no. del ranking mundial) en condiciones de jugar, el capitán Vázquez dedicó atención al tandilense Juan Mónaco (33), quien entrenó en la cancha número 3 y se mostró mucho más sólido que en las jornadas previas.
Mónaco será seguramente el segundo singlista, mientras que el "Flaco" Chela (31) esperará su oportunidad e integrará el dobles junto a Schwank (122), una pareja que tiene como antecedente haber llegado a las semifinales en Wimbledon el año pasado.
"Esta citación para jugar la Davis la tomo como un premio a mi carrera, me llega como reconocimiento a lo que jugué en los últimos seis meses y estoy a disposición para aportar lo que necesite el equipo", expresó Chela, tras sus últimos buenos resultados en el circuito.
El tenista de Ciudad Evita fue finalista hace 10 días del ATP de Buenos Aires y en Acapulco sufrió una pequeña distensión que lo obligó a abandonar el partido de la ronda inicial que jugaba ante Schwank, pero esa dolencia está superada.
Por el lado de Rumania, el capitán Andrei Pavel tiene definido a Víctor Hanescu (59) como raqueta número uno y acompañará en el dobles a Horia Tecau, 16 del mundo en la especialidad.
En cuanto al segundo singlista de los europeos, la plaza se la disputan Adrian Ungur (183) y Víctor Crivoi (188), dos tenistas muy parejos entre sí, pero lejos del nivel de los argentinos.
Hanescu no obtuvo buenos resultados en polvo de ladrillo este año (perdió en octavos de final en Buenos Aires ante el suizo Stanislas Wawrinkda y en primera ronda de Acapulco frente al español Nicolás Almagro), pero se respeta su experiencia en el circuito y también su historia reciente en dobles.
En ese contexto, Hanescu junto a Tecau se consagraron campeones el sábado pasado en Acapulco.
Más allá del rival, Argentina apunta alto este año en la Davis y la premisa es superar a los rumanos para después pensar en recibir a la República Checa o Kazajstan entre el 8 y 10 de julio, por los cuartos de final del tradicional certamen por equipos.
Los checos serán locales en Ostrava ante Kazajstan y su favoritismo previo se achicó en las últimas horas debido a la baja por lesión de Radek Stepanek (lo reemplazó el doblista Lukaz Dlouhy), lo que deja el peso del equipo sobre Tomas Berdych y la definición abierta.
Argentina debe pensar, primero, en quitarse de encima a Rumania para alimentar una nueva ilusión en la Davis, sin dudas la gran asignatura pendiente del tenis nacional.