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Continúan declarando oficiales de la Fuerza Aérea

Ayer declararon los primeros seis de los 18 citados como testigos en la causa que investiga el hallazgo 944 kilos de cocaína ocultos en el avión de los hermanos Eduardo y Gustavo Juliá. El jet privado había partido de la basa aérea de Morón y el cargamento de droga fue interceptado en el aeropuerto de Barcelona luego de una escala Cabo Verde.

Las declaraciones se dan en el marco de la investigación por el caso que realiza el juez penal económico Alejandro Catania.

Los militares que declararán como testigos tienen grados de vicecomodoro, capitanes y tenientes, y comenzaron a prestar declaración testimonial entre ayer, hoy y el lunes.

En tanto, en el juzgado de Catania, con la asistencia del secretario Martín Castellano, declararon ante ayer siete de los diez empleados del sector civil del aeródromo, bajo administración compartida de la Fuerza Aérea y la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC).

Se trató de personal de la torre de control y otras oficinas civiles a quienes se interrogó sobre el control de accesos, seguridad y confección de los planes de vuelos de las naves.

"Todos admitieron haber visto al Challenger en Morón porque un avión de esas características de sofisticación no pasa inadvertido", dijo una fuente del caso.

Aunque en el juzgado de Catania esperan información decisiva desde España, en especial sobre la forma en que había sido colocado el cargamento de cocaína dentro del avión, la ministra de Seguridad, Nilda Garré, consideró probable que la misma haya sido embarcada en Morón, dado que las cámaras de seguridad de Ezeiza, de donde el avión decoló el 1 de enero, no detectaron anomalías.

Trascendió que un informe judicial español remitido ya a las autoridades argentinas confirmaría que los 944 kilos de cocaína estaban debajo de las alfombras y próximo al fuselaje, lo que habría demandado varios días de trabajo especializado.

El avión estuvo en la lista de aeronaves en hangares de Morón desde el 6 de noviembre hasta el 30 de diciembre último, cuando fue llevado a Ezeiza, y en ese lapso sólo realizó un vuelo de prueba a Mar del Plata.