Contaminación y estafa
Al sistemático incumplimiento de los países firmantes del Protocolo de Kioto se suman ahora gigantescas estafas.
Cuando, en el marco del Protocolo de Kioto, se lanzó la iniciativa de vender los llamados "certificados CO2" a los países que sobrepasaran sus cotas de emisión de dióxido de carbono, sostuvimos que se daría alguna oportunidad de obtener ingresos extra a los países con medio o bajo nivel de contaminación, pero no descartábamos que ese mecanismo permitiría a las grandes corporaciones realizar operaciones fraudulentas si no se ejercía un severo control sobre las transacciones. Es lo que está sucediendo en el seno de la Unión Europea (UE) y fuera de ella.
Así, en los últimos años funciona una Bolsa informal en Londres y en Chicago prospera un mercado de derivados sobre precios de gases contaminantes. La Europol, el organismo estadístico del espacio económico europeo, ha cifrado en estos días en unos cinco mil millones de dólares anuales las estafas que se perpetran desde 2005, cuando entró en vigencia el sistema.
Las empresas adquirentes de los certificados pertenecen a importantes sectores fabriles, como papeleras, eléctricas, siderúrgicas, cementeras, refinerías de petróleo, fabricantes de vidrio y cerámica e industrias con instalaciones de cogeneración de más de 20 megavatios, que disponen de una asignación de contaminación otorgada por sus respectivos gobiernos, según las especificaciones del llamado Plan Nacional de Asignación (PNA).
Los papeles son vendidos por empresas con baja emisión de ese gas, señalado como uno de los principales causantes del calentamiento global. También los países emergentes, cuyas economías carecen de sectores secundarios desarrollados, operan en este mercado, pues les quedan amplios márgenes de contaminación no realizada para vender las correspondientes certificaciones.
El principal beneficio que se obtiene con las estafas que se perpetran es la evasión del IVA. En los dos últimos años, han surgido decenas de empresas que comercializan esos papeles y desaparecen luego de presentar declaraciones juradas falsas, que les brindan grandes desgravaciones del impuesto al valor agregado. En las últimas semanas, 21 personas fueron detenidas en Italia por la Guardia de Finanzas, y operativos similares se realizan en Centroamérica y Asia.
Siempre se dijo que el Protocolo de Kioto era una especie de compromiso no vinculante, porque la mayoría de los países que lo suscribieron no cumplieron con sus compromisos. Como es sabido, Estados Unidos, China y la India no lo suscribieron y Rusia recién lo hizo en 2004, lo que permitió la entrada en vigencia del Protocolo, que requería de la adhesión del 55 por ciento de los países miembros de las Naciones Unidas.
Fue un ingreso importante en la lucha contra el cambio climático, porque Rusia aporta el 17 por ciento de las emisiones contaminantes del mundo entero.