Consumidores: guerra contra la inflación
*Por Financial Times-Londres. Desde hace un año, Estela Gallen, una elegante docente universitaria retirada que vive en uno de los barrios acomodados de Buenos Aires, hace trekking extramuros para comprar sus verduras.
Nuestra inflación es galopante. Pese a los esfuerzos del Gobierno por ocultarla, la vemos cada día". Argentina también enfrenta una de las más altas tasas de inflación. El precio de los alimentos creció el año pasado un estimado del 40%, muy por encima del 25% de inflación que calculan los economistas privados. El Gobierno estimó la inflación del año pasado en 10,9% y cotizó la de este año en 8,9. Pero estas cifras son unánimemente consideradas garabatos en un país donde el crecimiento brioso, el boom del consumo y las elecciones presidenciales de octubre crearán una presión sostenida en los precios.
Las consultoras privadas prevén para el 2011 una inflación del 30% y admiten que los precios al consumidor crecieron el 2 por ciento sólo en enero, más del doble de la cifra oficial, 0,7 por ciento. Entretanto, el Gobierno ordenó a algunas consultoras que revelen cómo miden la inflación o de lo contrario, serán pasibles de multas; y ha pedido a Cablevisión, operadora de cable, a la Shell y a la siderúrgica Techint que reconfiguren sus políticas de precios.
"Tengo cinco hijos", afirma Nadia Bernal inspeccionando los melones de un mercado en las afueras. "Por lo que en otras partes pago el kilo, aquí me llevo tres. Vengo una vez al mes y lo guardo". Debería aplaudir a esta mujer el Gobierno, que niega que exista un problema inflacionario y recomienda a la gente buscar la oferta. La cantidad de público en este mercado creció drásticamente en los últimos meses. Mientras, la presidenta Cristina Kirchner acusa a los empresarios de "disparidad y grandes distorsiones" en los precios.