Consejos para que Argentina no caiga en el abismo económico tras el "10D"
Por Domingo Cavallo. Si el nuevo gobierno tiene un mínimo de profesionalismo en materia monetaria, tendría que comenzar organizando el mercado cambiario de esa manera.
La acentuación del control de cambios era previsible. Lo que aún sorprende es que no se haya autorizado el funcionamiento de un mercado libre por el que se cursen todas las operaciones que no están habilitadas para hacerlo por el mercado oficial. Si el nuevo gobierno tiene un mínimo de profesionalismo en materia monetaria, tendría que comenzar organizando el mercado cambiario de esa manera. Es lo que debió haber hecho el Banco Central en 2014 cuando regía el cepo de Kicillof. Es difícil de entender por qué no lo hicieron entonces, de la misma forma que no se entiende que no lo haya hecho ahora el gobierno de Macri.
La inflación en octubre estuvo en alrededor del 4% y ese es seguramente el piso para la inflación de noviembre. Incluso puede volver a ser del 5 o 6% si se ajustan los precios de los combustibles y hay remarcaciones de precios anticipándose a eventuales congelamientos o controles que aplicaría el nuevo gobierno.
El gobierno podrá pagar todos los intereses y amortizaciones de la deuda que vence en los próximo 31 días hábiles. El dilema sobre qué hacer con los vencimientos posteriores ya deberá ser enfrentado por el nuevo gobierno. Con las declaraciones y comentarios hechos por economistas allegados a Alberto Fernández es imposible bosquejar un cuadro claro sobre cómo quedará reestructurada la deuda. Estimo que será difícil evitar una declaración de moratoria como paso previo a anunciar el esquema de reestructuración, pero no es imposible.
Una alternativa es que para todos los bonos bajo ley argentina tengan preparada una restructuración que dictarían por ley, sentando el precedente de lo que quieren conseguir a través de las CACs con los bonos de ley extranjera. En ese caso podrán evitar dictar una moratoria por la deuda bajo ley extranjera porque podrían seguir atendiendo los vencimientos hasta el momento del acuerdo bajo las CACs. Pero todo esto es especulación mía. No hay bases para predecirlo.
En materia fiscal, el gobierno de Macri mostrará cifras de déficit primario como porcentaje del PBI a precios corrientes, muy cercanas a las comprometidas en el acuerdo con el FMI, pero lo habrá logrado por efecto de la aceleración inflacionaria que permitió el aumento de la recaudación y el PBI en términos nominales y cierta reducción del gasto público en términos reales. Cualquier proyección hacia 2020 que no suponga continuar y acentuar la aceleración inflacionaria, difícilmente produzca un déficit primario inferior al observado en 2019. Mucho peor si se otorgan aumentos a jubilados, a la AUH y a los empleados públicos por arriba de los dispuestos por las leyes y negociaciones colectivas en vigencia.
En materia monetaria habrá una aceleración muy significativa de la emisión. La única forma de que ésta evite una aceleración inflacionaria peligrosa es que el efecto sobre el tipo de cambio se limite al mercado libre y el gobierno logre controlar el tipo de cambio comercial generando un superávit en ese mercado. Por supuesto, el segmento libre del mercado cambiario podrá funcionar como válvula de escape muy transitoria. Para que no sea explosiva y la brecha no se torne extremadamente elevada, el gobierno deberá demostrar capacidad en controlar el gasto público y el déficit fiscal.
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