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Conocé a Lidia, la abuela solidaria de 90 años que cose juguetes para niños necesitados

La mujer de La Plata ve de un sólo ojo y tiene inmovilizado un brazo, pero estas discapacidades no la frenan.

Lidia Ortíz de Burry tiene 90 años y una vida abocada a ayudar a los jóvenes. Hace 15 años comenzó un plan de desarme de niños para alejarlos del delito y ahora cose juguetes para escuelas rurales del norte argentino.

Lidia, era maestra de geografía y siempre tuvo una fuerte vocación por enseñar y contribuir a mejorar el presente de muchos jóvenes, por eso convirtió el comedor de su casa en un taller de costura. "Estoy todo el día ocupada, hago juguetes de trapos y almohadones para escuelas de comunidades aborígenes, porque me contaron que muchos nenes se sientan en piso de tierra", dijo Lidia al diario El Día.

Ortíz realizó cerca de 300 almohadones y juguetes de trapo para escuelas de Formosa y Jujuy. Se excusa de la cantidad, que cree es poca, ya que ve de un solo ojo y que tiene inmovilizado un brazo.

"Más importante es que los chicos tengan algo para comer, pero como no está a mi alcance solucionarlo, me dedicó a hacer muñecos que les pueden resultar un estímulo o almohadones para que tengan un lugar donde sentarse mientras están en clases", comentó la maestra.

Después de jubilarse, Lidia recorrió los barrios de La Plata comprando armas a menores. El objetivo era alejarlos del delito. Antes de comenzar con la hazaña de los muñecos, envió 700 espejos a diferentes escuelas rurales de Jujuy.

La mujer comentó que intenta colaborar para que la realidad no sea tan injusta para estos chicos. "Ya soy una mujer grande, prácticamente no salgo de casa, pero me da mucho placer estar todo el día ocupada en las cosas que hago para los chicos", afirmó Lidia.