Conmovedor: Gustavo Yankelevich contó que Romina Yan le mandó una señal
El padre de la fallecida actriz volvió a tener una situación en la cual su hija le mandó una señal "desde el más allá". Conmovedor.
La muerte de Romina Yan fue un golpe muy duro para Gustavo Yankelevich y Cris Morena, sus padres, ya que un padre no está preparado para la muerte de un hijo. Sin embargo, el productor contó en una entrevista que su hija le envió señales desde un sueño, con una pregunta que nunca obtuvo respuesta en vida.
Ahora, Yankelevich contó a La Nación que tuvo otra situación con un mensaje de su hija: "Estaba en el auto yendo a comer con mi mujer y llovía. De repente me puse a llorar, porque de todas las gotitas que había en el parabrisas, se formó una y bajó. Vi esa gota y sentí una cosa muy especial. Sentí una felicidad enorme, que Romina estaba, que era ella. Lloraba y me reía y le dije a Rosella: 'debés pensar que estoy loco' pero la sentí a ella".
El padre de Romina fue al psicólogo, que también iba la actriz, y corroboró la situación: "Al día siguiente fui a terapia y le conté el episodio a mi psicóloga. Ella tiene un mueble detrás suyo, lleno de libros y carpetas. Me dio una carpeta y me mostró unos dibujos de Romina. Eran diez gotas de agua. En mi vida supe que ella dibujaba gotas de agua. No la lluvia sobre un paraguas o algo por el estilo. Gotas. Distintas gotas. Cuando me lo dijo casi me muero. Yo la sentí".
Por último, Yankelevich sentenció: "Ahí tengo la historia de Romina, sueño algo, lo hablo y lo podemos relacionar a ella. El sueño fue lo primero, después encontré una ayuda espiritual. No de la religión, sino de fe en que la vida es eterna, que acá es una etapa y que de acá volvemos de donde vinimos".
Ahora, Yankelevich contó a La Nación que tuvo otra situación con un mensaje de su hija: "Estaba en el auto yendo a comer con mi mujer y llovía. De repente me puse a llorar, porque de todas las gotitas que había en el parabrisas, se formó una y bajó. Vi esa gota y sentí una cosa muy especial. Sentí una felicidad enorme, que Romina estaba, que era ella. Lloraba y me reía y le dije a Rosella: 'debés pensar que estoy loco' pero la sentí a ella".
El padre de Romina fue al psicólogo, que también iba la actriz, y corroboró la situación: "Al día siguiente fui a terapia y le conté el episodio a mi psicóloga. Ella tiene un mueble detrás suyo, lleno de libros y carpetas. Me dio una carpeta y me mostró unos dibujos de Romina. Eran diez gotas de agua. En mi vida supe que ella dibujaba gotas de agua. No la lluvia sobre un paraguas o algo por el estilo. Gotas. Distintas gotas. Cuando me lo dijo casi me muero. Yo la sentí".
Por último, Yankelevich sentenció: "Ahí tengo la historia de Romina, sueño algo, lo hablo y lo podemos relacionar a ella. El sueño fue lo primero, después encontré una ayuda espiritual. No de la religión, sino de fe en que la vida es eterna, que acá es una etapa y que de acá volvemos de donde vinimos".