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Conflicto por el Polo Audiovisual: ordenan desalojar la Isla, los empleados resisten

Los empleados que se encuentran trabajando en la zona donde se realizará el Polo Audiovisual realizarán una asamblea para determinar su resistencia a la medida. Un proyecto que empieza conflictivo...

Ordenaron desalojar la Isla Demarchi, en la zona sur de la provincia de Buenos Aires para poder iniciar las obras de construcción del Polo Audiovisual.

El traslado fue firmado por el secretario de Transporte, Alejandro Ramos, en carácter de urgente, pero los empleados que prestan servicios en la isla planean realizar una asamblea para ver si se resisten o no a la medida.

Juan Carlos Schmid, delega
do de Dragado y Balizamiento, que se encuentran funcionando en el terreno donde se realizará el Polo argumentó: "No vamos a permitir que nos desplacen de nuestro lugar de operaciones, no podemos pasar a trabajar a cualquier lugar, porque necesitamos muelles y espejos de agua".

Según el, la medida fue tomada por alguien que no sabe ni entiende como se lleva una actividad tan importante como la que desarrollan esos en la Isla Demarchi.

Schmid recordó que llevan realizando dichas actividades desde hace cien años y pide a las autoridades de Transporte que "den una solución ya".

En la Isla hay empleados que dependen de distintas entidades como la Subsecretaría de Puertos y Vías Navegables, la Escuela Fluvial y la Organización Azul.

El Polo Audiovisual, también llamado Hollywood K, pretende promulgar la realización de contenidos de cine y televisión a nivel local, bajo el marco de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual.

Se estima que para su construcción se deberían destinar unos 200 millones de dólares, procedentes de fondos públicos, mientras que el predio donde se realizará, está valuado en unos 70 millones de dólares.

Según el Código de Planeamiento Urbano, en la Isla se puede hacer construcciones de hasta dos pisos de altura, es decir que podrían construirse unos 144 mil metros cuadrados, y cada metro costaría unos 2.000 dólares, ya que se requiere de materiales especiales y tecnología.

Para la realización del proyecto se creó una sociedad anónima, de la cual el 99 por ciento de sus acciones pertenece al ANSES y el resto a la Secretaría de Comunicación.