Confirmaron la absolución de Carlos Fraticelli por crimen de su hija Natalia
La joven había aparecido muerta en mayo de 2000 en su casa de Rufino. Sus padres habían sido condenados en 2002 y el fallo, revertido en 2006.
La Corte Suprema de Justicia de Santa Fe ratificó la absolución del ex juez de Rufino, Carlos Fraticelli, y su ex esposa Graciela Dieser, quienes habían sido condenados por el crimen de su hija Natalia, cometido en mayo de 2000 en esa ciudad de dicha provincia.
En un fallo al que accedió Télam, los integrantes de la Corte santafesina, Hugo Degiovanni, Jorge Depetris, Daniel Erbetta, Carina Lurati, Adolfo Prunotto Laborde y Rodolfo Roulet, rechazaron por mayoría (los últimos dos votaron en disidencia) un recurso de inconstitucionalidad presentado por el fiscal ante la Cámara de Apelaciones de Venado Tuerto, Fernando Palomeli.
En noviembre de 2009, esta Cámara absolvió a Fraticelli y Diesser, tras lo cual, el fiscal presentó un recurso en el que sostuvo que dicha sentencia era "arbitraria tanto normativa como fácticamente" y que debía ser anulada por "falta de mayoría".
Es que para Palomeli, aunque todos los camaristas arribaron a la conclusión absolutoria, no era lo mismo entender que la víctima se suicidó y por tanto no hubo delito, a sostener que hubo un homicidio pero los imputados debían ser absueltos por el beneficio de la duda.
En 2010, la Cámara declaró admisible el recurso del fiscal en cuanto a la arbitrariedad normativa por falta de concordancia de votos y abstención inválida, por lo que la cuestión pasó luego a la Corte provincial.
El máximo tribunal provincial consideró que los votos de los camaristas habían sido "totalmente concordantes" porque arribaron a la "misma conclusión" de que "las pruebas reunidas durante el juicio resultaban insuficientes" para condenar a los imputados con el "grado convictivo de certeza" que exige la Constitución Nacional.
Los jueces concluyeron que "no puede afirmarse que estemos en presencia de un pronunciamiento construido sobre la base de votos 'irreconciliables' o contradictorios".
Y destacaron que "no puede dejar de advertirse que un procedimiento que se ha prolongado durante más de catorce años, excede todo parámetro razonable, dilatando el estado de indefinición en el que se ha mantenido a los imputados en violación de su derecho constitucional a obtener un pronunciamiento judicial en un plazo razonable y sin dilaciones indebidas."
Natalia Fraticelli (15) fue encontrada muerta el 20 de mayo de 2000, en su casa de la ciudad santafesina de Rufino, y casi dos años después, sus padres recibieron la pena de prisión perpetua como coautores del homicidio "doblemente calificado" de su hija.
En agosto de 2006, la Corte Suprema de Justicia de la Nación anuló esa sentencia y ordenó que se dicte un nuevo fallo, por lo que Fraticelli y Dieser recuperaron la libertad.
Tres años más tarde, la Cámara de Venado Tuerto dictó un nuevo fallo y los absolvió en un fallo en que dos conjueces sostuvieron que no hubo delito y otros dos que Natalia sufrió una muerte violenta aunque quedaban dudas de que sus padres fueron los responsables de la misma.
"Yo creo que no hay reparación alguna que pueda aliviar tanto sufrimiento. El daño que me han hecho es tremendo, pido que sean investigados los funcionarios judiciales que cometieron esta crueldad y barbarie y que sean realmente sancionados como corresponde (...) Yo pagué con la cárcel por haber dicho la verdad y ahora quedó demostrado que soy inocente", expresó Fraticelli apenas se conoció la decisión de la Cámara.
En un fallo al que accedió Télam, los integrantes de la Corte santafesina, Hugo Degiovanni, Jorge Depetris, Daniel Erbetta, Carina Lurati, Adolfo Prunotto Laborde y Rodolfo Roulet, rechazaron por mayoría (los últimos dos votaron en disidencia) un recurso de inconstitucionalidad presentado por el fiscal ante la Cámara de Apelaciones de Venado Tuerto, Fernando Palomeli.
En noviembre de 2009, esta Cámara absolvió a Fraticelli y Diesser, tras lo cual, el fiscal presentó un recurso en el que sostuvo que dicha sentencia era "arbitraria tanto normativa como fácticamente" y que debía ser anulada por "falta de mayoría".
Es que para Palomeli, aunque todos los camaristas arribaron a la conclusión absolutoria, no era lo mismo entender que la víctima se suicidó y por tanto no hubo delito, a sostener que hubo un homicidio pero los imputados debían ser absueltos por el beneficio de la duda.
En 2010, la Cámara declaró admisible el recurso del fiscal en cuanto a la arbitrariedad normativa por falta de concordancia de votos y abstención inválida, por lo que la cuestión pasó luego a la Corte provincial.
El máximo tribunal provincial consideró que los votos de los camaristas habían sido "totalmente concordantes" porque arribaron a la "misma conclusión" de que "las pruebas reunidas durante el juicio resultaban insuficientes" para condenar a los imputados con el "grado convictivo de certeza" que exige la Constitución Nacional.
Los jueces concluyeron que "no puede afirmarse que estemos en presencia de un pronunciamiento construido sobre la base de votos 'irreconciliables' o contradictorios".
Y destacaron que "no puede dejar de advertirse que un procedimiento que se ha prolongado durante más de catorce años, excede todo parámetro razonable, dilatando el estado de indefinición en el que se ha mantenido a los imputados en violación de su derecho constitucional a obtener un pronunciamiento judicial en un plazo razonable y sin dilaciones indebidas."
Natalia Fraticelli (15) fue encontrada muerta el 20 de mayo de 2000, en su casa de la ciudad santafesina de Rufino, y casi dos años después, sus padres recibieron la pena de prisión perpetua como coautores del homicidio "doblemente calificado" de su hija.
En agosto de 2006, la Corte Suprema de Justicia de la Nación anuló esa sentencia y ordenó que se dicte un nuevo fallo, por lo que Fraticelli y Dieser recuperaron la libertad.
Tres años más tarde, la Cámara de Venado Tuerto dictó un nuevo fallo y los absolvió en un fallo en que dos conjueces sostuvieron que no hubo delito y otros dos que Natalia sufrió una muerte violenta aunque quedaban dudas de que sus padres fueron los responsables de la misma.
"Yo creo que no hay reparación alguna que pueda aliviar tanto sufrimiento. El daño que me han hecho es tremendo, pido que sean investigados los funcionarios judiciales que cometieron esta crueldad y barbarie y que sean realmente sancionados como corresponde (...) Yo pagué con la cárcel por haber dicho la verdad y ahora quedó demostrado que soy inocente", expresó Fraticelli apenas se conoció la decisión de la Cámara.