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Confirman procesamiento del marido de la amiga por crimen de diseñadora

La Cámara del Crimen confirmó hoy el procesamiento y la prisión preventiva para el único detenido por el crimen de la diseñadora Celina Bergantiños.

El fallo fue dictado por la Sala V de la Cámara, quien así determinó que el imputado Miguel Santa Marinha (34), esposo de la mejor amiga de la víctima, continúe detenido, acusado de los delitos de "homicidio simple en concurso real con hurto calificado por su comisión por el uso de una llave sustraída".

Bergantiños (29) fue hallada asesinada el 5 de octubre a media mañana por su propio padre, en el departamento del primer piso que la víctima alquilaba en el PH de Bolívar 743.

Según la autopsia, la joven diseñadora de interiores que trabajaba en el shopping "Buenos Aires Design", murió estrangulada pero también fue apuñalada en el cuello.

El caso fue esclarecido en 72 horas por la fiscal María Paula Asaro  gracias a que dos amigos del imputado se presentaron a declarar.

Los testigos le contaron a la fiscal que el propio Santa Marinha les había confesado en una estación de servicio de Monte Grande que él había cometido el crimen.

"La maté yo. No sé qué hice. Me mandé la cagada de mi vida", fueron algunas de las frases que Santa Marinha les dijo a bordo de una camioneta a sus amigos, quienes le sugirieron que se entregara a la Justicia.

En esa confesión, Santa Marinha explicó que cometió el crimen porque Celina se había quedado con una calza del local de indumentaria de su mujer en Monte Grande, aunque ellos no le creyeron, al igual que los investigadores, quienes sospechan, como afirmó la propia fiscal Asaro en un comunicado, que entre víctima y sospechoso podía existir "una relación de pareja alternativa".

Un empleado de un garaje ubicado al lado del PH donde vivía la joven reconoció en rueda de personas a Santa Marinha como quien quiso comprarle los videos de las cámaras de seguridad del comercio. 

El empleado declaró que Santa Marinha le dijo "te ofrezco todos mis ahorros" y le pidió las grabaciones, primero con la excusa de que tenía "problemas de pareja" y quería demostrarle a su mujer que había estado allí, y luego porque era "cerrajero" y necesitaba que se borren los videos porque no quería que su jefe se enterara que había trabajado en una zona que no le correspondía.

Es que Santa Marinha fue la persona que quedó grabada por cámaras de seguridad del estacionamiento de Bolívar 731 bajando de un Citroën C4 el miércoles 2 de octubre -dos días antes del crimen-, cuando entraron a la casa de Celina y robaron 350 dólares.

Además, de acuerdo a lo ya declarado por este testigo clave del garaje, Santa Marinha es la persona que entre la tarde del viernes 4 y la madrugada del sábado 5 se presentó en el garaje en dos oportunidades y lo llamó varias veces por teléfono para pedirle los videos originales de las cámaras de seguridad que lo habían grabado.

Los investigadores están convencidos de que, en realidad, Santa Marinha, luego de cometer el crimen, no quería dejar rastros de que había estado en esa zona y por eso intentó conseguir los videos.