Confesión de motochorro: el delito altamente violento y siempre de moda

Una modalidad de robo antigua que siempre está de moda. Francisco (23) y Juan (21) son dos motochorros que trabajan juntos. Uno maneja la moto y le apunta con una pistola a la víctima, mientras que el otro le roba todo lo que está a su alcance.

Los jóvenes estuvieron en el programa "Chiche en vivo" y contaron detalles sobre la vida de un motochorro y cómo se manejan para robar.

¿Qué roban y a quién?

Juan: "Motos grandes, autos de alta gama, billeteras y notebook".

Francisco: "Nos movemos por Capital y vamos variando las zonas. Por lo general Palermo y lugares turísticos. Me fijo mucho por la apariencia, es como un instinto. Te das cuenta quién tiene plata. Me da igual hombres o mujeres, pero a gente mayor no les robo".

La modalidad de los motochorros

Juan: "Yo uso moto trucha o legal, es lo mismo, no pasa nada. Usamos armas porque sos vos o son ellos. Estamos dispuestos a tirar. Cuando robo la moto le saco todo no le dejo nada y siempre le apunto".

Francisco: "Uno queda arriba de la moto y el otro baja. Una vez que estás ahí siempre lo tenés que tener apuntado. Le sacás todo, el celular, principalmente".

Juan: "En el momento no pensás qué te va a pasar. Muchas veces te encontrás con la Policía o alguno que se te 'retoba'. Una vez un tipo me sacó una 9 milímetros y me tiró balazos. Tuve que salir corriendo".

Francisco: "Yo observo la situación. Si hay que tirarle le tiro, pero es la última opción. Tiré varias veces al aire. Una vez herí a uno en la pierna, pero no maté nunca".

La ruta de los objetos robados

Juan: "Hay que sacarse las cosas de encima rápido. Lo ofrecemos y lo vendemos por ahí al que ofrece más plata. A veces voy a la joyería y vendo un reloj. Por un Rolex de oro sacás como 2 mil pesos. Una vez me robé un auto y cuando lo estaba estacionando me agarró la cana. Estuve preso un mes y medio. Ahora tengo una causa abierta pero sigo robando".

Francisco: "Me gusta mucho el efectivo así no tengo que estar encima con las cosas robadas".

Familia y vida privada

Francisco: "Mi familia no me pregunta qué hago. Yo creo que saben pero lo disimulan. Lo mismo con mi novia. A veces estoy paseando con ella en la moto y veo un negocio. La dejo, doy una vuelta, robo y vuelvo con ella".

Juan: "Mi familia se enteró y me echó de casa. Ahora estoy con ellos y hago algunas 'changas' para disimular y que no se den cuenta. Pero algo suponen".