Condenaron a tres años de prisión al taxista que mató a Michelle Álvarez y huyó
El accidente ocurrió en julio pasado, el conductor arrastró a la chica durante 30 metros y luego huyó sin brindarle asistencia.
El taxista que atropelló y mató a Michelle Tamara Álvarez en julio pasado frente al Aeropuerto Jorge Newbery y que además escapó sin brindarle asistencia fue condenado a tres años de prisión efectiva en juicio abreviado.
El imputado fue hallado responsable de homicidio culposo agravado por la conducción imprudente de un vehículo automotor, culpa por la que además de los tres años de cárcel no podrá conducir ningún tipo de vehículo durante cinco años, condena que la querella consideró insuficiente.
La joven de 21 años oriunda de la provincia de Neuquén que vivía en la ciudad de La Plata donde cursaba la carrera de odontología había ido al Aeropuerto acompañada por un amigo para esperar el vuelo de la mañana siguiente que la llevaría a Zapala, su localidad de origen, a pasar las vacaciones de invierno.
Sin embargo, a las 23.55 del 16 de julio pasado fue arrollada por un taxi sobre la avenida Costanera Rafael Obligado y arrastrada durante 30 metros, tras lo que el conductor del auto huyó sin asistirla. Nueve días después del hecho fue atrapado gracias a la declaración de un mecánico a cuyo taller había llevado a arreglar el Volkswagen Surán con el que cometió el ilícito.
Familiares de la víctima expresaron su inconformidad ante el acuerdo judicial de juicio abreviado que recibió el taxista tras reconocer su culpabilidad y negarse a ir a juicio oral.
"Frente a esta noticia y en oportunidad de expresar su opinión, la familia solamente tiene palabras de indignación, falta de contención judicial e impotencia", declaró a DyN Boris Besoky, abogado de la familia de Michelle.
En la misma línea, calificaron de "insuficiente" la pena acordada y de "miserable" la actitud del imputado por su actitud de escapar sin asistir a la joven.
"No tuvo ni una pizca de humanidad para detenerse y socorrer a la persona que había colisionado" ni tampoco "ningún tipo de remordimiento para, en días posteriores, presentarse en alguna comisaría o juzgado para confesar lo que había ocurrido y solamente pensó en hacer desaparecer todo rastro de lo acontecido haciendo reparar su vehículo", concluyó el abogado.