Condenan al expresidente francés Jacques Chirac
El expresidente francés Jacques Chirac fue condenado este jueves a dos años de prisión en suspenso por el caso de los empleos presuntamente ficticios del Ayuntamiento de París a principios de los años 90, cuando era alcalde de la capital francesa.
El ex jefe de Estado, de 79 años, que no cumplirá la pena en la cárcel por ser su primera condena, no asistió a la lectura del fallo como tampoco había asistido al juicio, celebrado entre el 5 y el 23 de septiembre, después de que un informe médico determinara que sufre problemas neurológicos "severos" e "irreversibles".
Chirac, primer expresidente de la V República condenado por la justicia, fue declarado culpable por "desvío de fondos públicos", "abuso de confianza" y "adquisición ilícita de intereses" en el caso de 28 empleos supuestamente ficticios, remunerados por el ayuntamiento de París entre 1990 y 1995, cuando Chirac era alcalde y presidente de su partido (RPR) y se disponía a presentarse a las presidenciales de 1995, que ganó.
El expresidente es sospechoso de haber puesto el dinero público de la capital francesa al servicio de los intereses de su partido y de sus ambiciones electorales.
Chirac siempre negó estas acusaciones y afirmó no haber cometido "ninguna falta penal ni moral", en una declaración leída por sus abogados durante el juicio por su abogado Jean Veil.
La fiscalía había pedido la puesta en libertad del expresidente y de los otros nueve acusados en el caso, de los cuales sólo dos fueron finalmente absueltos, el ex director de gabinete Michel Roussin y Pierre Boué.
Los demás acusados fueron reconocidos culpables, con penas de entre dos y cuatro meses de prisión en suspenso. Sólo el ex secretario general del sindicato FO, Marc Blondel, fue dispensado de pena. Jacques Chirac se exponía a una pena máxima de diez años de prisión y 150.000 euros de multa.
El tribunal correccional de París declaró por otra parte inadmisible la demanda de la asociación anticorrupción Anticor que pedía indemnizaciones por daños y prejuicios. "Vuestra responsabilidad moral y política es inmensa", había dicho durante el juicio uno de los abogados de Chirac, Georges Kiejman.
"Vuestra decisión será la última imagen que quedará de Jacques Chirac", subrayó el letrado, que pedía que no fuera condenado.
El caso tenía dos partes distintas, una que se juzgaba en París sobre 21 empleos y otra, juzgada en Nanterre (cerca de París), sobre otros siete cargos.
El juicio, en el que no participó el principal acusado, tampoco contó con la presencia de muchos testigos previstos inicialmente, entre ellos el actual ministro de Relaciones Exteriores, Alain Juppé.
El exprimer ministro bajo la presidencia de Chirac fue condenado en 2004 a 14 meses de prisión en suspenso y a un año de inelegibilidad por este mismo caso, en su calidad de antiguo adjunto de Jacques Chirac en el Ayuntamiento de París.
Los abogados de la defensa negaron en todo momento que existiera un "sistema organizado" de corrupción e intentaron demostrar que esos empleos fueron útiles para los parisinos.
Chirac, primer expresidente de la V República condenado por la justicia, fue declarado culpable por "desvío de fondos públicos", "abuso de confianza" y "adquisición ilícita de intereses" en el caso de 28 empleos supuestamente ficticios, remunerados por el ayuntamiento de París entre 1990 y 1995, cuando Chirac era alcalde y presidente de su partido (RPR) y se disponía a presentarse a las presidenciales de 1995, que ganó.
El expresidente es sospechoso de haber puesto el dinero público de la capital francesa al servicio de los intereses de su partido y de sus ambiciones electorales.
Chirac siempre negó estas acusaciones y afirmó no haber cometido "ninguna falta penal ni moral", en una declaración leída por sus abogados durante el juicio por su abogado Jean Veil.
La fiscalía había pedido la puesta en libertad del expresidente y de los otros nueve acusados en el caso, de los cuales sólo dos fueron finalmente absueltos, el ex director de gabinete Michel Roussin y Pierre Boué.
Los demás acusados fueron reconocidos culpables, con penas de entre dos y cuatro meses de prisión en suspenso. Sólo el ex secretario general del sindicato FO, Marc Blondel, fue dispensado de pena. Jacques Chirac se exponía a una pena máxima de diez años de prisión y 150.000 euros de multa.
El tribunal correccional de París declaró por otra parte inadmisible la demanda de la asociación anticorrupción Anticor que pedía indemnizaciones por daños y prejuicios. "Vuestra responsabilidad moral y política es inmensa", había dicho durante el juicio uno de los abogados de Chirac, Georges Kiejman.
"Vuestra decisión será la última imagen que quedará de Jacques Chirac", subrayó el letrado, que pedía que no fuera condenado.
El caso tenía dos partes distintas, una que se juzgaba en París sobre 21 empleos y otra, juzgada en Nanterre (cerca de París), sobre otros siete cargos.
El juicio, en el que no participó el principal acusado, tampoco contó con la presencia de muchos testigos previstos inicialmente, entre ellos el actual ministro de Relaciones Exteriores, Alain Juppé.
El exprimer ministro bajo la presidencia de Chirac fue condenado en 2004 a 14 meses de prisión en suspenso y a un año de inelegibilidad por este mismo caso, en su calidad de antiguo adjunto de Jacques Chirac en el Ayuntamiento de París.
Los abogados de la defensa negaron en todo momento que existiera un "sistema organizado" de corrupción e intentaron demostrar que esos empleos fueron útiles para los parisinos.