Condenan a padrastro violador
La Corte Suprema de Justicia ratificó una condena a 18 años de cárcel para un hombre acusado de haber violado a su hijastra durante más de ocho meses, y otra pena contra la madre de la pequeña, a 12 años, por consentir la situación.
La Corte Suprema de Justicia ratificó una condena a 18 años de cárcel para un hombre acusado de haber violado a su hijastra durante más de ocho meses, y otra pena contra la madre de la pequeña, a 12 años, por consentir la situación.
El Alto Tribunal así lo resolvió al desestimar un planteo del acusado y de su pareja, y al confirmar un fallo del Tribunal Oral Criminal N° 5 de la Capital Federal.
Ese Tribunal había impuesto las condenas por "abuso sexual simple reiterado y abuso sexual agravado por mediar acceso carnal reiterado, ambos agravados por hallarse encargados de la guarda y por haberse aprovechado de la situación de convivencia con una menor de 18 años de edad, en concurso real entre sí y en concurso ideal con el delito de promoción a la corrupción agravada por mediar violencia, amenazas, engaño, por ser la víctima una persona conviviente y por hallarse bajo su guarda".
Tal cual consta en el fallo, la niña inicialmente había sido abandonada por su madre, ya que "la regaló" junto con un hermano menor, pero luego la buscó y la llevó a vivir con ella y su actual pareja.
Según detalla la resolución, la madre "la maltrataba, le gritaba y la golpeaba habitualmente provocándole lesiones, a veces con un cinturón o con la mano, particularmente cuando no realizaba las tareas domésticas que le eran encomendadas, ya que le habían encargado ‘hacerse cargo de la casa’ pese a su corta edad".
Los abusos por parte del padrastro tuvieron lugar en una vivienda ubicada en la calle Melo al 400, de esta Capital, y la madre desoyó la advertencia que le hizo la pequeña, diciéndole: "mami, su marido me hizo esto, me tocó esto".
El 20 de agosto de 2006, tal cual acreditó la Justicia, y cuando Mansilla cumplía años, ocurrió la primera violación, y desde entonces continuaron hasta marzo de 2007.
El Tribunal compuesto por los jueces Adrián Pérez Lance, Fátima Ruiz López y Rafael Oliden al dictar condena tuvieron en cuenta un informe psicológico que arrojó que los hechos provocaron a la menor alteracion "psíquicamente en las esferas sentimental y sexual. También por la vinculación de la conducta sexual a la obtención de beneficios económicos".
Respecto a la madre, el tribunal tuvo en cuenta que "su condición le imponía actuar de otra manera. En especial, teniendo en cuenta que, como relató en la audiencia, ella y una hermana suya habían sido objeto de abusos sexuales por parte de su padre cuando eran niñas".
El fallo fue firmado por los jueces Ricardo Lorenzetti, Elena Highton de Nolasco, Enrique Petracchi, Juan Carlos Maqueda, Raúl Zaffaroni y Carmen Argibay.
El Alto Tribunal así lo resolvió al desestimar un planteo del acusado y de su pareja, y al confirmar un fallo del Tribunal Oral Criminal N° 5 de la Capital Federal.
Ese Tribunal había impuesto las condenas por "abuso sexual simple reiterado y abuso sexual agravado por mediar acceso carnal reiterado, ambos agravados por hallarse encargados de la guarda y por haberse aprovechado de la situación de convivencia con una menor de 18 años de edad, en concurso real entre sí y en concurso ideal con el delito de promoción a la corrupción agravada por mediar violencia, amenazas, engaño, por ser la víctima una persona conviviente y por hallarse bajo su guarda".
Tal cual consta en el fallo, la niña inicialmente había sido abandonada por su madre, ya que "la regaló" junto con un hermano menor, pero luego la buscó y la llevó a vivir con ella y su actual pareja.
Según detalla la resolución, la madre "la maltrataba, le gritaba y la golpeaba habitualmente provocándole lesiones, a veces con un cinturón o con la mano, particularmente cuando no realizaba las tareas domésticas que le eran encomendadas, ya que le habían encargado ‘hacerse cargo de la casa’ pese a su corta edad".
Los abusos por parte del padrastro tuvieron lugar en una vivienda ubicada en la calle Melo al 400, de esta Capital, y la madre desoyó la advertencia que le hizo la pequeña, diciéndole: "mami, su marido me hizo esto, me tocó esto".
El 20 de agosto de 2006, tal cual acreditó la Justicia, y cuando Mansilla cumplía años, ocurrió la primera violación, y desde entonces continuaron hasta marzo de 2007.
El Tribunal compuesto por los jueces Adrián Pérez Lance, Fátima Ruiz López y Rafael Oliden al dictar condena tuvieron en cuenta un informe psicológico que arrojó que los hechos provocaron a la menor alteracion "psíquicamente en las esferas sentimental y sexual. También por la vinculación de la conducta sexual a la obtención de beneficios económicos".
Respecto a la madre, el tribunal tuvo en cuenta que "su condición le imponía actuar de otra manera. En especial, teniendo en cuenta que, como relató en la audiencia, ella y una hermana suya habían sido objeto de abusos sexuales por parte de su padre cuando eran niñas".
El fallo fue firmado por los jueces Ricardo Lorenzetti, Elena Highton de Nolasco, Enrique Petracchi, Juan Carlos Maqueda, Raúl Zaffaroni y Carmen Argibay.