Condenan a 11 años de prisión a un acusado de robar dos farmacias en una hora
El Tribunal Oral Criminal Nº 8 (TOC8) de la Capital Federal condenó a 11 años de prisión a un acusado de perpetrar dos robos en farmacias en el transcurso de una hora, y que pese a que tenía antecedentes por otros hechos gozaba de un régimen de "libertad asistida".
El hecho por el cual dictó condena el TOC8 tuvo lugar el 8 de julio de 2009, cuando el imputado asaltó la farmacia "Arrayán", ubicada sobre la avenida Callao al 700, lugar de donde sustrajo 1.400 pesos y teléfonos celulares.
A la hora, según acreditó el Tribunal en el marco de juicio, el imputado robó la farmacia "Santa Fe 4024", de donde se llevó "diversos medicamentos" y unos 2.300 pesos en efectivo.
Tras haber cometido los dos hechos, la Policía detuvo al imputado en el interior de un edificio situado en la calle Güemes al 4400, donde se había ocultado.
Al ejercer su defensa en el juicio, el acusado se reconoció culpable por el segundo hecho aunque dijo que no tuvo nada que ver con el primer robo del cual se lo acusa, y en cambio dijo que los objetos que fueron hallados en su poder se los había entregado "un amigo" que realizó el atraco.
Por el primer hecho, el Tribunal no contó con las pruebas para acusarlo puesto que el único testigo del hecho cuando vio ingresar al ladrón con un arma en la mano "inmediatamente miró hacia abajo en razón de que en los últimos seis años había sido víctima de ocho o nueve robos similares".
Pero sí los jueces Silvia Ramond, Rodolfo Madariaga y Alejandro Sañudo condenaron al imputado "a la pena única de 11 años de prisión" por los delitos de "encubrimiento agravado por el ánimo de lucro en concurso ideal con portación ilegítima de arma de guerra, en concurso material con robo agravado por el uso de arma de fuego en grado de tentativa".
La condena por este hecho comprende una anterior de cuatro años y medio por otros hechos similares.
A la hora, según acreditó el Tribunal en el marco de juicio, el imputado robó la farmacia "Santa Fe 4024", de donde se llevó "diversos medicamentos" y unos 2.300 pesos en efectivo.
Tras haber cometido los dos hechos, la Policía detuvo al imputado en el interior de un edificio situado en la calle Güemes al 4400, donde se había ocultado.
Al ejercer su defensa en el juicio, el acusado se reconoció culpable por el segundo hecho aunque dijo que no tuvo nada que ver con el primer robo del cual se lo acusa, y en cambio dijo que los objetos que fueron hallados en su poder se los había entregado "un amigo" que realizó el atraco.
Por el primer hecho, el Tribunal no contó con las pruebas para acusarlo puesto que el único testigo del hecho cuando vio ingresar al ladrón con un arma en la mano "inmediatamente miró hacia abajo en razón de que en los últimos seis años había sido víctima de ocho o nueve robos similares".
Pero sí los jueces Silvia Ramond, Rodolfo Madariaga y Alejandro Sañudo condenaron al imputado "a la pena única de 11 años de prisión" por los delitos de "encubrimiento agravado por el ánimo de lucro en concurso ideal con portación ilegítima de arma de guerra, en concurso material con robo agravado por el uso de arma de fuego en grado de tentativa".
La condena por este hecho comprende una anterior de cuatro años y medio por otros hechos similares.