Con Wanda y Charlotte, volvieron los ´90
Las dos mediáticas son protagonistas de una semana fuerte, con declaraciones y presencia en la prensa.
Por Rodrigo Lussich
@rodrigolussich
Por Adrián Pallares
@adrianpalla
Ambas son chicas jóvenes que están vinculadas al mundo del fútbol. Charlotte es la hija de la "madre de todas las botineras", Mariana Nannis. Wanda es la botinera último modelo; esposa de un futbolista, con todos los tics de "una nueva rica", y una vida de princesa soñada por muchas mujeres.
Casualmente las dos esta semana tuvieron una fuerte presencia en los medios. Wanda fue a lo de Susana y contó su vida de "película" en Europa, con un marido millonario. Ella, como siempre y sin maldad, habla de dinero, de posesiones, de comprar y gastar, sin culpa ni remordimientos. Casi de una manera inocente, la mujer de Maxi López presume de sus bienes materiales y de su obsesión por las compras. De todos modos, él parecía bastante cansado de la manera de ser de ella.
Charlotte fue noticia porque se operó la nariz y las lolas. Fue tapa de revista, y declaró que "para ser bella hay que sufrir".
Ambas chicas tienen en común ser jóvenes pero llevan adelante un look de "mujer mayor". Por ejemplo, Wanda está cada vez más parecida a su mamá, Nora Nara.
En el caso de Charlotte pasa algo similiar, la chica cada vez se parece más a su mediática madre, Mariana Nannis. En general cuando hablan remiten a un discurso muy de los 90, en donde tener era más importante que ser, y en donde aparentar era una regla de vida.
Las dos chicas no son muy queridas por las mujeres argentinas, aunque muchos aseguran que el problema es que las envidian porque querrían tener la vida de ellas. Mucho de su proceder tiene que ver con la década de los 90, desde sus peinados, sus vestidos, el estilo ostentoso, hasta su constante provocación de mostrar sus bienes y logros materiales.
@rodrigolussich
Por Adrián Pallares
@adrianpalla
Ambas son chicas jóvenes que están vinculadas al mundo del fútbol. Charlotte es la hija de la "madre de todas las botineras", Mariana Nannis. Wanda es la botinera último modelo; esposa de un futbolista, con todos los tics de "una nueva rica", y una vida de princesa soñada por muchas mujeres.
Casualmente las dos esta semana tuvieron una fuerte presencia en los medios. Wanda fue a lo de Susana y contó su vida de "película" en Europa, con un marido millonario. Ella, como siempre y sin maldad, habla de dinero, de posesiones, de comprar y gastar, sin culpa ni remordimientos. Casi de una manera inocente, la mujer de Maxi López presume de sus bienes materiales y de su obsesión por las compras. De todos modos, él parecía bastante cansado de la manera de ser de ella.
Charlotte fue noticia porque se operó la nariz y las lolas. Fue tapa de revista, y declaró que "para ser bella hay que sufrir".
Ambas chicas tienen en común ser jóvenes pero llevan adelante un look de "mujer mayor". Por ejemplo, Wanda está cada vez más parecida a su mamá, Nora Nara.
En el caso de Charlotte pasa algo similiar, la chica cada vez se parece más a su mediática madre, Mariana Nannis. En general cuando hablan remiten a un discurso muy de los 90, en donde tener era más importante que ser, y en donde aparentar era una regla de vida.
Las dos chicas no son muy queridas por las mujeres argentinas, aunque muchos aseguran que el problema es que las envidian porque querrían tener la vida de ellas. Mucho de su proceder tiene que ver con la década de los 90, desde sus peinados, sus vestidos, el estilo ostentoso, hasta su constante provocación de mostrar sus bienes y logros materiales.