Con el huracán Irma cada vez más cerca, la huida hacia Orlando es interminable
El estado se está preparando hacia días para el impacto de la super tormenta. Mientras, el éxodo de la gente es interminable.
Los autos llegan en masa. Pero nadie habla de Mickey, sólo de Irma. Vienen desde el Sur, y de ambas costas. Por su ubicación central y gigantesca capacidad hotelera, Orlando es casi un refugio obligado.
El huracán Irma es responsable de la evacuación más grande en la historia del sur de Florida. En procesión, el escape se canaliza por las tres autopistas que conducen al Norte. Hay residentes y turistas, muchos con vuelos cancelados o evacuados de ambas costas. Y también cruceristas varados, literalmente: no consiguen siquiera autos de alquiler. Hay quienes llegan a Orlando en Uber, que puede costar 400 dólares por 370 kilómetros.
Kilometrica fila de carros saliendo de Orlando, EEUU huyendo del Huracán Irma. pic.twitter.com/T5zSiwvw0D
— Federico Black B. (@FedericoBlackB) 6 de septiembre de 2017
Tomar la decisión de dejar el hogar no es fácil. "Hacé de cuenta que te tomás unas vacaciones", escriben amigos a la distancia. Claramente no lo son, pero el tiempo no sobra para explicarlo. Las horas que avanzan y el pronóstico que no mejora es un cóctel estresante. Requiere una respuesta inmediata. Soy como el jugador en la ruleta, siempre pensando que ya llegará la buena racha. Antes de tomar la decisión, espero el informe del Centro Meteorológico Nacional de las 17. Nada bueno. Una chance más, espero el de las 20. ¿Y si mientras armo valijas aguardo a ver qué dice el de las 23?
El huracán Irma es una amenaza real, y a su vez incierta. Real, pues su gigantesco diámetro y rutas probables atravesarán por completo Florida. Incierta porque no hay comparación posible. Es el más grande de la historia. "Es peor que Andrew", advierten continuamente los meteorólogos de Miami. Quienes vivieron ese huracán en 1992 no necesitan más detalles para entender la magnitud.
Huida masiva desde Miami a Orlando por carreteras ante la entrada del catastrófico huracán Irma, categoría 4 #HurricaineIrma #Miami pic.twitter.com/8tcU90Vke3
— Guadalupe Lizarraga (@gpelizarraga) 9 de septiembre de 2017
El gobernador, Rick Scott, da conferencias desde distintas ciudades varias veces al día. Pide unos 15.000 voluntarios y recuerda que no habrá recursos para quienes necesiten socorro en zonas de evacuación críticas. "Por favor, váyanse. Es una tormenta catastrófica, como jamás ha visto nuestro estado", enfatiza. Si alguien no puede evacuar por falta de combustible, hay una línea telefónica del gobierno para abastecerse.
Finalmente llega la decisión de salir. El instinto indica que no hay mucho que perder en irse, y sí potencialmente en quedarse. Cargar valijas, documentos y tomar la ruta. Abandonar Miami. ¿Qué destino poner en el GPS? ¿Dónde pasar la noche? Mientras vamos rodando, abro la app de Expedia para reservar hotel. Pruebo Ocala. Nada disponible. Pruebo Gainesville: "No hay resultados para su búsqueda". Walt Disney World, completo. Finalmente tipeo Orlando, y aparecen opciones. Allá vamos.
Muchos pasan la noche y se van del estado. Otros se resguardan aquí esperando la furia de Irma. Para los turistas que vienen de Miami Beach y toda la franja costera, Orlando es el lugar preferido. Es un destino conocido y familiar. Permite continuar las vacaciones mientras se espera que el huracán descienda aquí a categoría 2. Además es un lugar cercano a Miami, ya que la vuelta es el problema del día después.
La nafta y el tránsito son los dos principales inconvenientes para llegar. Hay que salir con el tanque lleno. En la ruta hay estaciones de servicio, pero las largas colas hacen aún más interminable el viaje. Los grupos de WhatsApp avisan que la llegada a Orlando por autopistas es a paso de hombre. Pero siempre en orden, con las banquinas despejadas. El viaje que suele durar cuatro horas puede tomar nueve.
Yo tomo una ruta alternativa, a medianoche. Pasa por algunos pueblos y atraviesa pocos semáforos, pero menos de cuatro horas después me encuentro haciendo el check in en el hotel. "¿De dónde viene?", me pregunta la recepcionista ante mi consulta sobre el precio por noche. Sorpresa. Por ser evacuados, la tarifa es sustancialmente menor. Ese es el mensaje constante desde el estado. Ningún comerciante debe aprovecharse de la situación. De lo contrario, también hay un teléfono para denunciar el abuso de precios.
Se sabe, Orlando no es la salvación absoluta. Está previsto que Irma pase justo por arriba. Están abiertos refugios; se ordenó la evacuación obligatoria para el condado de Brevard, que ocupa la costa del Atlántico, y las clases están suspendidas hasta el lunes incluido. El estado pide voluntarios. Se necesitan muchas manos. La página de alquiler de dueño Airbnb puso en marcha un sistema para hospedar evacuados. En airbnb.com/diasaster se invita a abrir las puertas de las casas a quienes más lo necesitan.
(Fuente La Nación)