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¿Cómo se diagnostica la esclerodermia?

Es aún una enfermedad poco frecuente, pero las estadísticas marcan una tendencia creciente a través de los años. ¿Qué es? ¿Cuál es su tratamiento?

La esclerodermia es aún una enfermedad poco frecuente, pero las estadísticas marcan una tendencia creciente a través de los años. Desde el Instituto de Inmuno Oncología Dr. Ernesto J.V. Crescenti advierten que es necesario estar atentos a las señales de alerta, una detección temprana puede mejorar considerablemente la calidad de vida del paciente.

¿Qué es?

La esclerodermia es una enfermedad autoinmune que afecta a la piel y los órganos endureciéndolos en distintos grados. Puede ser de forma mínima, presentándose solo en algunas partes de la cara o en los dedos o de forma generalizada, extendida en todas las partes del cuerpo.

Se trata de una enfermedad cuyo origen no se conoce aunque quienes tienen familiares con casos de enfermedades reumáticas pueden desarrollarla.


La esclerodermia es una enfermedad crónica e incurable cuyo origen es todavía desconocido. Se trata de una enfermedad rara, de baja prevalencia y en su desarrollo se ve muy afectada por un funcionamiento anómalo del sistema inmunológico.

Suele manifestarse con el endurecimiento de la piel y de los órganos internos, pero dependiendo del paciente será solo en pequeñas zonas o en otras mucho más amplias.

Dependiendo de cada persona esta enfermedad se desarrolla de forma distinta. Puede manifestarse a cualquier edad, tanto en hombres como mujeres, pero generalmente se da en mujeres entre los 30 y 50 años.

Los principales síntomas de la esclerodermia son cansancio y debilidad, dolores articulares, en (ocasiones con inflamación), dolores musculares con pérdida de fuerza e hinchazón en las manos.

¿Qué órganos pueden verse afectados?

- Corazón: El paciente puede sufrir episodios de taquicardia.

- Pulmones: En ocasiones, tos y problemas para respirar con normalidad sobre todo si se están haciendo esfuerzos.

- Esófago e intestino: Su movilidad se ve reducida, provocando problemas para tragar bien, ardor, reflujo, inflamaciones, tos, diarrea.

Riñones: Subida de la tensión arterial, retención de líquidos.

- Esclerosis cutánea: Es importante que los pacientes eviten tener la piel seca, aplicándose lociones hidratantes, así como corticoides, para evitar o al menos mejorar el aspecto de la calcinosis.

¿Cómo se diagnostica la esclerodermia?

En primera instancia el médico debe diferenciar la esclerodermia de otras patologías que tienen problemas con los tejidos, como el lupus eritematoso o la artritis reumatoidea.


Las personas que padecen lupus también pueden sufrir algunas dolencias como quienes tienen esclerodermia, como el entumecimiento o pérdida de sensibilidad en los dedos, síntoma conocido como el Fenómeno de Raynaud. También pueden desarrollar el Síndrome Sjögren, una enfermedad reumática inflamaroria crónica, asociado también a la esclerodermia.

Para poder diferenciar bien los síntomas, deben realizarse una serie de pruebas y estudios que incluyen:

- Revisión de la historia completa del paciente

- Análisis de anticuerpos y creatinina

- Análisis de la extensión de las afecciones cutánbeas

- Capilaroscopia

- Pruebas para evaluar la respuesta respiratoria

- Esofagograma

- Electrocardiograma y ecocardiograma con doppler

- Radiografía de tórax

¿Cuál es su tratamiento?

No existe un tratamiento médico específico para la esclerodermia, el tratamiento es más bien sintomático y varía según el paciente. Las personas que padecen esclerodermia suelen tomar medicamentos para inferir en la producción de colágeno, sobre todo en los primeros años de la enfermedad y glucocorticoides en dosis bajas para que no haya una excesiva hinchazón. Se recomiendan, además, tratamientos inmunomoduladores que regulen el comportamiento del sistema inmunológico, con el fin de aliviar los síntomas producidos por esta enfermedad.


Los médicos suelen incidir en tratar los síntomas y prevenir posibles complicaciones derivadas de la ingesta de gran cantidad de fármacos.

Una vez diagnosticada la enfermedad, se determinará el tipo de esclerodermia: de forma limitada, cuando la enfermedad se limita a la piel, o sistémica, cuando afecta a los órganos internos.

Es importante que la persona con esclerodermia se mantenga en permanente contacto con su médico especialista, para que haga un seguimiento de su tratamiento, lo varíe según sus condiciones físicas y efectúe estudios periódicos para la prevención de las enfermedades.

Parte del tratamiento es también psicológico, que pasa por la aceptación de la enfermedad, la conciencia de que cuanto más nos cuidemos mejor estaremos y la búsqueda de una red de apoyo en familia, amigos y otras personas con esclerodermia para afrontar cualquier problema o escollo social, laboral o físico.

Asesoró: Dr. Ernesto Crescenti (MN: 50.776). Medico, investigador y Director del "Instituto de Inmunooncología Dr. Ernesto J.V. Crescenti".  Acerca del Instituto de Inmuno Oncología Dr. Ernesto J. V. Crescenti: Ámbito multidisciplinario dedicado a la prevención, diagnóstico y tratamiento de pacientes con cáncer y pacientes diagnosticados con enfermedades en las cuales se presenta una alteración del sistema inmunológico.